El Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) informó que la galaxia satélite NGC5195 tuvo dos encuentros cercanos con la galaxia del Remolino (M51) en tiempos recientes.
Estos encuentros influyeron en la formación de estrellas jóvenes y en la estructura de sus brazos, según una investigación internacional publicada en The Astrophysical Journal.
M51, a 31 millones de años luz de la Tierra, es una galaxia de "gran diseño" con brazos bien definidos, explicó el IAC, siendo NGC5195 su pequeña compañera visible en uno de sus brazos externos.
Los brazos de galaxias como M51 están llenos de estrellas jóvenes formadas por ondas de densidad que recorren la galaxia periódicamente. Estas ondas explican cómo los brazos se forman y persisten en la vida de una galaxia.
Algunos estudios especularon que la estructura en espiral de M51, con dos brazos espirales claramente definidos y bastante simétricos, podría ser el resultado de la influencia de su vecina NGC 5195.
Debido a esta interacción doble de galaxias, el gas de M51 se alteró y comprimió en algunas regiones, lo que favoreció la formación de nuevas estrellas jóvenes y modeló significativamente su estructura en espiral.
En 2010, un equipo de investigación de la Universidad de Exeter publicó un estudio teórico que predecía el paso de NGC 5195 por el disco de M51 e infería la posibilidad de un segundo encuentro que habría producido pliegues en cada uno de los brazos.
Ahora, una investigación internacional en la que participan el IAC y el Observatorio Astronómico Nacional (OAN), junto con otras instituciones de Chile, Francia y el Reino Unido, confirmó estas predicciones, basándose en observaciones de M51 en diferentes longitudes de onda y combinando datos obtenidos desde telescopios espaciales y terrestres.
La investigación mostró, “de manera convincente”, que el primer pase del NGC 5195 causó la estructura de dos brazos de M51, afectando más a la parte interior del disco y el brazo del sur, mientras el segundo pase produjo los pliegues en los brazos, con mayor efecto en la parte externa del disco y en el brazo del norte, explicó Joan Font, anterior investigador postdoctoral en el IAC, ahora en el Observatorio Gemini Sur en Chile, y primer autor del artículo.
Estos resultados confirman técnicas valiosas para entender la evolución de galaxias espirales, destacó John Beckman, también del IAC.