El mango, una de las frutas más consumidas en México, tanto por su asequibilidad como por su sabor, tiene un papel destacado en la dieta nacional, con aproximadamente el 77% de su producción proveniente de estados como Sinaloa, Guerrero, Chiapas y Oaxaca, sumando más de dos millones de toneladas anuales.
Esta fruta no solo es apreciada por su sabor, que varía de dulce a ácido según su madurez, sino también por su valor nutricional, incluyendo una alta concentración de minerales y antioxidantes que combaten el daño celular y pueden retardar el envejecimiento, reduciendo el riesgo de enfermedades como el cáncer.
Además, el mango es rico en vitaminas A, C y del grupo B, y se ha demostrado que contribuye a la reducción del colesterol y la presión arterial, siendo especialmente beneficioso para personas con hipertensión. También es fuente de magnesio, esencial para la salud intestinal y el mantenimiento de nervios y músculos.
Un reciente estudio publicado en la revista suiza Nutrients subraya la importancia del mango en la dieta de mujeres en edad fértil, revelando que el consumo de mango puede aportar entre el 10 y el 30% de los nutrientes esenciales durante el embarazo.
Los nutrientes clave incluyen fibra, ácido fólico, potasio y vitamina E, fundamentales para un embarazo saludable. El ácido fólico, un componente vital del complejo vitamínico B, es crucial para la formación de glóbulos rojos y la prevención de enfermedades prenatales como la diabetes gestacional y la hipertensión.
La investigación, liderada por Kristin Fulgoni de la Universidad de Tennessee, analizó datos de 16,744 mujeres de 15 a 44 años participantes en la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES) y encontró que las dietas que incluyen mango obtienen puntuaciones un 16% superiores en el Índice de Alimentación Saludable (HEI) en comparación con las que no lo incluyen.
Este índice evalúa la calidad de la dieta según las Guías Dietéticas estadounidenses de 2020.
El estudio también señala que el consumo de mango no solo beneficia a mujeres embarazadas o en edad fértil, sino también a adultos mayores de 65 años, quienes mostraron mejoras en sus dietas al incluir esta fruta.
Aunque los beneficios en esta población mayor no son tan claros como en mujeres embarazadas, se sugiere que una dieta rica en mango puede ser ventajosa para ellos.
Finalmente, se propone la necesidad de más investigaciones sobre los beneficios del mango en otras poblaciones, como bebés, niños y adolescentes, y la posibilidad de utilizar sus compuestos en el futuro para tratar enfermedades crónicas y retrasar el envejecimiento celular.