Un estudio encabezado por la Asociación Escocesa de Ciencias Marinas (SAMS) del Reino Unido ha revelado que los nódulos polimetálicos, comunes en las llanuras abisales oceánicas, no solo son ricos en metales esenciales para tecnologías avanzadas, sino que también tienen la capacidad de producir oxígeno.
Este fenómeno, descrito como “oxígeno oscuro”, ocurre a profundidades de 4,000 metros, desafiando la creencia previa de que solo los organismos fotosintéticos producen oxígeno.
El investigador Andrew Sweetman y su equipo observaron inesperadas concentraciones de oxígeno durante experimentos en la zona Clarion-Clipperton del Pacífico, inicialmente atribuidas a fallos en los sensores.
Tras exhaustivas verificaciones y análisis de laboratorio, se confirmó que los nódulos, que pueden generar hasta 0.95 voltios individualmente, actúan como “geobaterías”, utilizando sus propiedades eléctricas para dividir el agua y liberar oxígeno.
Este hallazgo no solo cuestiona teorías sobre el origen de la vida terrestre, sino que también advierte sobre los potenciales impactos de la minería de aguas profundas en estos ecosistemas.
Las empresas interesadas en explotar estos recursos para satisfacer la demanda global de energía deben considerar las consecuencias ambientales, especialmente tras evidencias de sitios minados en los años ochenta donde la vida marina aún no se recupera completamente.
Este descubrimiento subraya la complejidad y la importancia de los fondos marinos en los ciclos vitales del planeta.