Un reciente estudio de la Universidad de Heidelberg ha revelado un aspecto hasta ahora desconocido de los volcanes: su capacidad para fabricar zafiros.
Publicado en la revista Contributions to Mineralogy and Petrology, el estudio detalla el hallazgo de fragmentos de zafiro en la región volcánica de Eifel, ubicada al oeste de Alemania.
Esta región es única debido a la interacción del manto terrestre con la corteza exterior durante casi 700,000 años, lo que ha dado lugar a especímenes geológicos únicos. Un factor clave en la creación de zafiros en esta zona es su bajo contenido en dióxido de silicio.
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La formación de zafiros ocurre mediante el enfriamiento del magma, un proceso que también puede generar otras gemas y minerales preciosos como circón, amatista, ópalos, obsidiana y peridotos.
El tipo de gema formada depende de la cantidad de elementos en el magma, como hierro y silicio, y de la velocidad de enfriamiento de la roca fundida.
En las investigaciones iniciales, se examinaron 223 zafiros de la región de Eifel. Se determinó que la mayoría de estos zafiros provenían de depósitos fluviales en lugar de canteras volcánicas.
Además, se confirmó que la formación de estas piedras preciosas ocurrió a una profundidad de entre 5 y 7 kilómetros debajo de la corteza terrestre.
Este hallazgo proporciona una nueva comprensión de los procesos volcánicos y la formación de minerales preciosos en la Tierra.