Un equipo de investigadores ha descubierto nuevos restos de neandertales en la cueva de l'Arbreda, ubicada en Serinyà (Girona). Se trata de tres dientes humanos: uno de un niño, otro de un individuo juvenil y el último de un adulto.
Los dientes hallados en los niveles N y J de la cueva tienen una antigüedad que varía entre 120.000 y 44.000 años, y los análisis preliminares sugieren que pertenecen a Homo neanderthalensis.
Este hallazgo, publicado en la revista American Journal of Biological Anthropology, fue dirigido por Marina Lozano, investigadora del IPHES-CERCA y profesora asociada de la Universitat Rovira i Virgili.
Los dientes fueron analizados utilizando un escáner de microtomografía de alta resolución para obtener imágenes 3D detalladas, lo que permitió estudiar su anatomía interna y morfología. Además, se aplicaron técnicas de microscopía electrónica para identificar posibles alteraciones en la superficie de los dientes.
Los tres dientes descubiertos incluyen una molar de leche, una molar permanente y un premolar, cuyas características morfológicas son consistentes con las de los neandertales.
Estos restos ofrecen una visión más precisa sobre la presencia de neandertales en la cueva durante diferentes períodos, hace unos 120.000 años y entre 71.000 y 44.000 años.
Según Lozano, este descubrimiento es clave para entender la vida de los últimos neandertales en la península ibérica, en una época de posible convivencia con los humanos anatómicamente modernos.
Los estudios sugieren que los neandertales de la cueva de la Arbreda alternaban entre ocupaciones estacionales cortas y asentamientos más largos, lo que podría indicar una adaptación a los cambios climáticos.
La cueva de l'Arbreda, parte del conjunto arqueológico de las cuevas del paraje del Reclau, es clave para el estudio de la transición entre el paleolítico medio y superior en Europa.
Excavada desde 1972, contiene una secuencia arqueológica que abarca desde el paleolítico hasta el neolítico, con herramientas asociadas a la cultura mosteriana, utilizada por los neandertales.
Este yacimiento ha sido fundamental en el desarrollo de la arqueología prehistórica en Cataluña y fue declarado Bé Cultural d’Interès Nacional en 2008.