Un equipo de científicos ha identificado recientemente el cráter más grande y antiguo de Venus, ubicado en la región Haastte-Baad del planeta, lo que podría arrojar información clave sobre las etapas iniciales de su evolución, según publica la revista Journal of Geophysical Research.
Este cráter, resultado de un impacto masivo, presenta una estructura de múltiples anillos, siendo el más grande con un diámetro de 1,500 kilómetros, cinco veces mayor que el cráter más grande conocido en Venus.
Los cráteres previamente identificados en la superficie venusina tienen un diámetro máximo de 300 kilómetros y una edad de menos de mil millones de años. En comparación, los cráteres más antiguos de Mercurio, Marte y la Luna superan los dos mil millones de años y algunos alcanzan diámetros de más de 1,500 kilómetros.
La tesela Alfa Regio en la superficie de Venus.NASA/JPL/USGS
El descubrimiento fue realizado por un equipo de investigadores liderado por Iván López, profesor de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Este grupo centró su investigación en la zona de Haastte-Baad, conocida por ser una de las más antiguas en la geología de Venus.
La región está formada por terrenos denominados "teselas" o "téseras", grandes formaciones de hasta dos kilómetros de altura que sobresalen sobre la superficie del planeta.
Estas zonas, que cubren aproximadamente un 10% de la superficie venusina, presentan pliegues y deformaciones, lo que sugiere que podrían estar relacionadas con un periodo primitivo de bombardeos cósmicos, similar al proceso de formación de continentes en la Tierra.
El origen de estas formaciones sigue siendo un misterio, pero su estudio podría ofrecer valiosas pistas sobre los primeros tiempos de Venus, y por extensión, sobre los procesos que pudieron haber dado forma a su geografía y su posible capacidad para albergar vida en el pasado.