Una investigación reciente publicada en Nature ha revelado información clave sobre los primeros humanos modernos que llegaron a Europa y su interacción genética con los neandertales.
Estos hallazgos confirman que el cruce entre ambas especies ocurrió hace aproximadamente entre 45.000 y 49.000 años, en un único evento que dejó un legado genético del 2% al 3% de ADN neandertal en los genomas de las personas de origen no africano actuales.
El equipo internacional de científicos, liderado por el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, analizó los genomas de siete individuos que vivieron en Europa hace entre 42.000 y 49.000 años.
Los restos provienen de sitios arqueológicos en Ranis, Alemania, e Zlatý kůň, Chequia. Según Arev Pelin Sümer, investigadora del proyecto, el análisis de estos especímenes fue un desafío debido a la degradación natural del ADN con el tiempo y la contaminación actual durante la manipulación de los huesos.
La datación por radiocarbono y la secuenciación genética permitieron identificar que estos individuos pertenecían a un grupo estrechamente relacionado, separado de la población que emigró de África hace unos 50.000 años.
Aunque estas poblaciones se extinguieron y no dejaron descendencia directa, su ADN reveló que el cruce con los neandertales tuvo lugar antes de que los humanos modernos se asentaran ampliamente en Europa.
Este descubrimiento aporta una fecha más precisa para este evento clave en la historia de la humanidad, ayudando a entender mejor las complejas interacciones entre especies humanas antiguas y su impacto en nuestra evolución.