En una excavación realizada en la cantera Dewars Farm Quarry, en Oxfordshire, Reino Unido, un equipo de paleontólogos ha descubierto una vasta extensión de suelo con cientos de huellas de dinosaurios, datadas del período Jurásico Medio, hace aproximadamente 166 millones de años.
Las huellas forman parte de lo que se ha denominado una "autopista de dinosaurios" y revelan detalles fascinantes sobre los animales que habitaron la zona. Entre ellas, se encuentran las huellas de Megalosaurus, un depredador carnívoro de 9 metros, y saurópodos herbívoros de hasta el doble de ese tamaño.
Durante la excavación, se hallaron cinco huellas grandes y evidencias de más en la zona circundante, destacando una vía continua de más de 150 metros de longitud.
Cuatro huellas corresponden a saurópodos, gigantescos dinosaurios de cuello largo, que probablemente pertenecen a la especie Cetiosaurus, conocido por su gran tamaño, llegando a medir hasta 18 metros.
La quinta huella pertenece al Megalosaurus, con características distintivas en sus patas, de tres dedos y garras.
Un hallazgo intrigante fue la presencia de huellas de carnívoros y herbívoros cruzándose en una misma área, lo que sugiere posibles interacciones entre ambos grupos.
El descubrimiento se produjo cuando el trabajador de la cantera, Gary Johnson, notó “golpes inusuales” mientras operaba su maquinaria. Tras alertar a los expertos, un equipo de más de 100 personas de las universidades de Oxford y Birmingham comenzó una excavación en junio de 2024, documentando minuciosamente alrededor de 200 huellas y creando modelos 3D del sitio.
Este nuevo hallazgo se suma a los descubrimientos previos realizados en 1997, cuando se encontraron más de 40 conjuntos de huellas de dinosaurios en la misma área, aumentando así la relevancia científica de la zona, que ya fue reconocida como Sitio de Especial Interés Científico.
Las huellas han sido preservadas con un nivel de detalle sin precedentes, permitiendo a los científicos observar la deformación del barro al paso de los dinosaurios.
Los investigadores también han encontrado fósiles adicionales, como madrigueras, conchas y plantas, que permiten recrear el entorno de laguna fangosa en el que estos dinosaurios caminaban.
El descubrimiento sigue desvelando secretos de una época remota y confirma que aún hay mucho por descubrir sobre la vida de los dinosaurios que habitaron la Tierra hace más de 160 millones de años.