El iceberg más grande y antiguo del mundo, el A23a, ha detenido su avance y parece haberse encallado cerca de la isla subantártica de Georgia del Sur.
Este gigante, que pesa casi un billón de toneladas, se desprendió de la plataforma de hielo Filchner en la Antártida en 1986 y permaneció varado en el lecho marino del mar de Weddell durante más de 30 años.
Con un tamaño que dobla el de Londres, el A23a ha estado a la deriva con las corrientes del océano Austral hacia Georgia del Sur desde 2020. Las aguas más cálidas, junto con las olas y mareas, están haciendo que el iceberg se desintegre en fragmentos más pequeños y, finalmente, se derrita.
This morning we arrived at A23a, which you will remember from yesterday’s lecture is the biggest and oldest iceberg on Earth! pic.twitter.com/vpdMG2w3rO
— Gretchen Winter, MD 🌼 (Warning: Feral) (@gretchemaben) December 10, 2023
El Dr. Andrew Meijers, oceanógrafo del British Antarctic Survey, que codirige el proyecto OCEAN:ICE cuyo objetivo es comprender cómo afecta la capa de hielo al océano, afirma en un comunicado:
"Si el iceberg permanece anclado a tierra, no esperamos que afecte significativamente a la vida silvestre local de Georgia del Sur. En las últimas décadas, los numerosos icebergs que terminan tomando esta ruta a través del Océano Austral pronto se rompen, se dispersan y se derriten".
Sin embargo, Meijers advirtió que “la pesca comercial se ha visto afectada en el pasado y, a medida que el iceberg se rompe en pedazos más pequeños, esto podría hacer que las operaciones de pesca en la zona sean más difíciles y potencialmente peligrosas”.
"Desde una perspectiva científica, estamos interesados en ver cómo afectará el iceberg al ecosistema local. Los nutrientes removidos por el encallamiento y por su derretimiento pueden aumentar la disponibilidad de alimentos para todo el ecosistema regional, incluidos los carismáticos pingüinos y focas.
Tenemos varios estudios en curso que analizan exactamente cómo los ‘megabergs’ influyen en la circulación oceánica, su química y los ecosistemas que sustentan”.
El recorrido del A23a ha estado marcado por fenómenos científicos, como el que ocurrió a finales de 2024, cuando el iceberg quedó atrapado en una columna de Taylor.
Este fenómeno oceanográfico ocurre cuando el agua en rotación sobre un monte submarino atrapa objetos, lo que mantuvo al A23a girando en un solo lugar y retrasó su avance hacia el norte.