El megalodón, una especie extinta de tiburón que vivió entre 19,8 y 2,6 millones de años atrás, sigue siendo uno de los animales más misteriosos de la historia.
Aunque los expertos no pueden saber con certeza cómo era en su totalidad, un reciente estudio podría ofrecer la reconstrucción más precisa hasta la fecha.
Dirigido por la Universidad DePaul (Estados Unidos) y publicado en la revista Paleontología Electrónica, el estudio revela que el megalodón (Odontus megalodon) probablemente era más largo de lo que se había estimado previamente.
A través de un análisis detallado de sus vértebras, los investigadores han creado modelos más acertados sobre su tamaño y forma.
El biólogo marino Phillip Sternes explica que, en lugar de parecerse a un gran tiburón blanco, el megalodón era más similar a un tiburón limón, con un cuerpo alargado y delgado. Esta forma habría sido mucho más eficiente para desplazarse por el agua.
Tiburón limón / iNaturalist
La clave de esta nueva estimación radica en el análisis de las vértebras encontradas, como la de 23 centímetros hallada en Dinamarca. Al comparar estos restos con los de más de 100 especies de tiburones vivos, los científicos han podido calcular con mayor precisión el tamaño del megalodón.
Según Kenshu Shimada, profesor de paleobiología y autor principal del estudio, la longitud estimada de 24,3 metros es la mayor cifra razonable respaldada por la ciencia actual.
Este tamaño coloca al megalodón cerca de la ballena azul, el animal más grande conocido, y podría haberlo convertido en el animal más grande del planeta en su época.
Aunque el megalodón se extinguió hace millones de años, este nuevo hallazgo nos acerca un poco más a comprender la magnitud de esta criatura legendaria.