Tras varios años en los que se ha mostrado excesivamente prudente en las redes para protegerse de sus efectos más nocivos, la intérprete ha sido capaz de gestionar su presencia en la esfera virtual.
No han pasado más que unos pocos años desde que Camila Cabello reveló que su mamá se encargaba personalmente de gestionar su presencia en las redes sociales, sobre todo para bloquear cualquier comentario irrespetuoso e hiriente que pudiera recibir la joven estrella del pop durante su etapa en el ya desaparecido quinteto Fifth Harmony, así como para promocionar debidamente las novedades de su carrera musical.
Desde entonces, la ahora solista dejaba claro que en su relación con la esfera digital primaban la prudencia y un punto de desconfianza, ya que solo las empleaba para afianzar la relación tan estrecha que mantiene con sus fans, a quienes siempre ha tenido muy bien informados de sus próximos pasos en la industria y con quienes comparte todo tipo de imágenes y vídeos relativos a sus proyectos más esperados.
Sin embargo, en lo que a abrir plenamente su corazón o al menos una ventana a su ámbito más íntimo se refiere, Camila sigue siendo bastante hermética en estos ambientes a fin de evitar una sobreexposición pública que, como bien conocen otros muchos artistas, puede acabar saturando mental y emocionalmente.
Por otro lado, la flamante novia del también cantante Shawn Mendes ha aprendido con el tiempo que las redes sociales también pueden ejercer un papel muy positivo si se usan bien, en su caso para concienciar sobre la importancia de determinadas causas políticas, sociales e incluso medioambientales.
"Necesito tomarme descansos de las redes sociales. Ayer mismo me dije: 'Hoy no puedo con ello'. La verdad es que siento que el cerebro me va muy deprisa cuando estoy con ellas y resulta agotador”, dijo.
“Por otra parte entiendo que los artistas, especialmente las mujeres del pop, sientan que deben cultivarlas con frecuencia para evitar que sean otros los que controlen su narrativa. Creo que las redes sociales pueden ser muy positivas si se enfocan bien.
Por ejemplo, si publico una foto de mi cuerpo y digo: 'Tengo celulitis, estrías y gano peso de vez en cuando, que es normal'... Ese tipo de mensajes pueden ser muy liberadores", ha reflexionado a su paso por el programa de televisión 'Lorraine', de la cadena británica ITV.