Carlos Villagrán, quien deleitó a varias generaciones con su personaje 'Kiko' en el icónico programa "El Chavo del 8", está viviendo uno de los momentos más difíciles de su vida. Su hija menor, Vanesa Villagrán, anunció a través de redes sociales que enfrenta un diagnóstico reciente de cáncer.
Descubriendo la verdad
Vanesa, de 40 años, quien aparte de ser la mánager de su padre, lleva una carrera como modelo y empresaria. El inicio de su batalla fue sorpresivo y devastador tanto para ella como para su familia. En un mensaje conmovedor en redes sociales, relató los primeros momentos tras el diagnóstico.
"El 6 de junio me diagnosticaron cáncer, no lo podía creer, 2 cirugías y aún no lo creía... vi como 6 oncólogos, no salía del hospital, de informarme, de estudios de todo tipo, de consejos, de videos, no sabía dónde refugiarme, me sentí tan perdida… una vez más tenía que enfrentarme ahora a esta prueba de Dios y aceptarla", compartió.
El apoyo de un padre
El famoso actor, aunque distante geográficamente, ha estado al tanto de cada etapa de este arduo camino. Con llamadas diarias y consultas con los médicos de Vanesa, Carlos ha demostrado su amor y apoyo incondicional.
"Mi familia completa ha estado al pendiente de mí, mi papá a distancia diario me habla por teléfono, lloramos pero está 100% al tanto de todo y hablando con doctores para que me ayuden. Antes de irse me dijo que contaba 100% con su apoyo, me dice que todas las noches pide por mí. ¡Te amo!", expresó Vanesa.
Encarando el futuro
A pesar de no revelar los detalles específicos de su condición, Vanesa ha comenzado su tratamiento de quimioterapia y se siente lista para luchar. De hecho, ha manifestado que la experiencia le ha permitido discernir quiénes están genuinamente a su lado.
"Hay gente que solo por morbo quiere saber…La gente real jamás se va. La vida te puede cambiar en un segundo, las acciones valen más que mil palabras. Quien tiene ganas de verte, hace lo imposible por hacerlo. La salud es lo más importante. No reprocho nada y estoy muy agradecida por todo el amor y cariño que recibo de mi familia, ahora me encuentro bien, recibo mis quimioterapias y a darle. Todo positivamente, y sé que allá arriba donde está mi pequeña Zara me cuida y está conmigo. Si alguien pasa por esto igual puedo aconsejarlos, escucharlos, y darles mucho ánimo ¡Los amo!".
Hoy, Vanesa Villagrán, con su valentía y optimismo, nos recuerda que el amor familiar, el apoyo y la fe pueden convertirse en nuestras armas más poderosas para enfrentar las adversidades de la vida. A través de su historia, se erige como una fuente de inspiración para aquellos que, como ella, enfrentan una lucha similar.