Más de dos décadas en la música y los Arctic Monkeys no han perdido ni un ápice de su encanto. Su evolución es evidente, y esta semana tuvimos la oportunidad de ser testigos de su grandeza en su presentación en el Foro Sol, México.
Esta banda originaria de Sheffield, Inglaterra, cautivó a unos impresionantes 65,000 asistentes en su primera fecha de su gira "The Car Tour" en territorio mexicano. El escenario, aunque sencillo, brindó la proximidad que los fans tanto anhelan, con pantallas laterales que mostraban cada detalle de la banda.
La noche comenzó con "Sculptures of Anything Goes", elevando la temperatura del ambiente. Pero, sin duda, fue "Brianstorm" la que realmente encendió al público. A pesar de la frescura en el aire y la amenaza de lluvia, la energía de los Arctic Monkeys era contagiosa. Canciones como "Snap Out Of It" y "Don’t Sit down ‘Cause I’ve Moved Your Chair" demostraron el poder de su sonido indie y su vasta experiencia.
Lo que es realmente notable es ver cómo la banda y sus fans han crecido juntos. Muchos de los que vivieron la frenética presentación de 2010 en el Estadio Azteca, ahora llevaban a sus propios hijos adolescentes para revivir esas emociones. Y aunque el estilo de los conciertos ha cambiado, la pasión sigue siendo la misma. Alex Turner se tomó un momento para interactuar con la multitud, preguntando "¿Cómo se sienten todos?", a lo que respondieron con una estruendosa ovación.
Con los celulares iluminando el Foro Sol, la banda nos regaló interpretaciones de canciones icónicas como "Arabella" y "Perfect Sense". Hubo un guiño a sus raíces punk con "The View From The Afternoon" y "Knee Socks", y un emocionante regreso a su disco "Humbug" con "Pretty Visitors".
El concierto continuó siendo una montaña rusa de emociones, desde la serenidad de "505" con Turner en el piano, hasta la explosiva energía de "Do I Wanna Know?". Alex no perdió la oportunidad de expresar su gratitud al público mexicano, mencionando lo maravillosos que eran antes de sumergirse en las melodías de "Body Paint".
Después de un breve descanso, la banda regresó para deleitar al público con tres temas más, finalizando con "R U Mine?". Fue una noche mágica que promete repetirse en su segunda presentación en el Foro Sol.
En definitiva, los Arctic Monkeys demostraron que la madurez no significa perder energía o pasión. Su evolución ha sido un viaje que, como fans, ha sido un privilegio presenciar.