En una noche llena de música y emoción, Ricardo Montaner, el ícono de la balada romántica, sorprendió a sus seguidores con un anuncio que marcó el cierre de una era: su retiro temporal de los escenarios. La revelación llegó como una suave melodía en su concierto en Costa Rica, un mensaje que resonó en el corazón de sus fans.
Montaner, con una carrera que brilla desde la década de los 70, ha regalado al mundo un repertorio de amor y pasión sin pausa alguna. Sin embargo, tras su impactante concierto en el Auditorio Nacional, donde la fusión de clásicos y nuevos éxitos como "Yo no fomo" con Carlos Rivera encendieron el alma de los presentes, el artista decidió que era tiempo de cambiar el ritmo.
Antes de entonar "La Gloria de Dios", Montaner compartió con su público —como es su costumbre— pero esta vez para hablar de un futuro diferente. "Estoy de gira desde hace más de 30 años que no he parado un solo año," confesó el cantautor de 66 años, "y creo que ya es hora de que me dedique a escribir, a grabar, a sembrar flores". Sus palabras fueron recibidas con aplausos, un abrazo sonoro de comprensión y apoyo.
El abuelo de Apolo e Índigo desea ahora disfrutar de la familia, sumergirse en la cotidianidad que ofrece la vida fuera de los reflectores. Montaner, siempre cercano a sus raíces evangélicas, eligió un momento de conexión espiritual para compartir su decisión, dejando un velo de misterio sobre la duración de su retiro y la fecha de su posible regreso.
El creador de "Tan Enamorados" se abre a una etapa de felicidad doméstica, donde los días junto a Marlene Rodríguez Miranda, sus hijos, y el entorno musical que forma con su cuñado Camilo, le ofrecen una melodía diferente a la que su público está acostumbrado, pero igual de enriquecedora.
El escenario sentirá la falta de su presencia, pero el amor y la música de Ricardo Montaner seguirán vivos en cada letra y en cada nota que ha compartido con el mundo. Ahora, es tiempo de ser testigos de cómo el artista embellece su jardín familiar, esperando por el día en que decida volver a encender los escenarios con su inigualable voz.