Hoy se cumplen 67 años de la muerte de Pedro Infante, una manera de revivir al ídolo mexicano del Cine de Oro es a través de la serie “Se llamaba Pedro Infante”.
El actor conocido también como ‘El Inmortal’ ya había sobrevivido a dos accidentes de avión, a causa de uno de ellos le injertaron una placa de metal en su cráneo.
Pedro Infante: ¿Qué pasó en 1957?
La mañana del 15 de abril de 1957, México y el mundo recibieron la noticia de la trágica muerte de Pedro Infante en un accidente aéreo. El avión que pilotaba, un Consolidated B-24 Liberator convertido para uso civil, se estrelló minutos después de despegar de Mérida, Yucatán.
A sus 39 años, el ídolo de México encontró un final prematuro debido a un ‘error de maniobra’ que hizo que la aeronave se desplomara en un predio de la calle 54 Sur y 87, dejando atrás un legado que se niega a desaparecer.
Biografía y películas de Pedro Infante
Pedro Infante nació el 18 de noviembre de 1917 en Mazatlán, Sinaloa. Se convirtió en el rostro de México para el mundo. Desde muy joven, mostró un gran interés por la música, influenciado por su padre, quien era músico.
Sin embargo, fue su incursión en el cine la que catapultó su carrera a niveles estratosféricos, convirtiéndose en uno de los actores más queridos y respetados de su tiempo.
A lo largo de su carrera, ‘El ídolo de Guamúchil’ protagonizó más de 60 películas y grabó cerca de 350 canciones.
Entre sus filmes más recordados se encuentran:
"Nosotros los Pobres" (1948)
"Ustedes los Ricos" (1948)
"Pepe el Toro" (1953)
Esta última fue la trilogía que lo inmortalizó en el corazón del pueblo mexicano. Su habilidad para interpretar a personajes con los que la mayoría de los mexicanos podía identificarse, sumada a su impresionante voz, consolidó su estatus como ídolo nacional.
¿De qué murió Pedro Infante?
Pedro Infante no logró sobrevivir a su tercer accidente aéreo que lo traería de regreso a la Ciudad de México, mientras su esposa y también actriz del Cine de Oro, Irma Dorantes, lo esperaba con un estofado de conejo.
En cuanto se enteró del accidente, se trasladó a Mérida para comprobar si realmente Pedro había muerto, cuando le dijeron:
‘Llegamos a Mérida y estaba en un hospital... había unos hombres con una careta y un soplete, estaban soldando una caja de lámina y cuando me dijeron que ahí estaban los restos de Pedro me volví loca”.
Hasta el día de hoy, la tumba de Pedro Infante en el Panteón Jardín de la Ciudad de México sigue siendo un lugar de peregrinaje para admiradores de todas las edades.