El entonces presidente de la república, Lázaro Cárdenas del Río, procedió a la lectura del decreto de expropiación petrolera, con el cual se hacía válido el artículo 27 constitucional que establecía que México era el dueño absoluto de los recursos naturales que se encontraban en el subsuelo.
Más defensor de los intereses de España que de México, el presidente Felipe Calderón calificó de lamentable, la decisión del gobierno de Argentina de expropiar acciones de la petrolera YPF que pertenecen a la firma ibérica Repsol. “Me parece lamentable que nuestra buena amiga Cristina Fernández haya tomado una medida que no le va hacer bien a nadie, ya no digamos a los inversionistas de Repsol, de los cuales México es parte, sino que no le va hacer bien a los argentinos, pues todos los países en desarrollo necesitamos inversión. Nadie en sus cinco sentidos –dijo el mandatario azteca- invierte en países que expropian las inversiones... ése es el peor incentivo”.
Apenas el 18 de marzo de este año, con motivo de los actos conmemorativos, Calderón expresó: “Desde Coatzacoalcos, baluarte de nuestra riqueza petrolera y petroquímica, rendimos homenaje al liderazgo, patriotismo y visión del ex presidente Lázaro Cárdenas, que le devolvió a los mexicanos lo que por justicia, por derecho y por historia, nos corresponde”.
Ayer dijo: “Argentina (debe) rectificar esa medida que es totalmente… muy poco responsable y muy poco racional. Es una medida que no lleva a nada. No conozco los detalles, pero el argumento es que Repsol estaba produciendo menos petróleo".
Más cauteloso, el director de Petróleos Mexicanos, Juan José Suárez Coppel, confía en que Repsol haga “lo que tiene que hacer” para proteger el valor de la compañía y los derechos de sus accionistas. (Pemex tiene cerca de 10% de las acciones de Repsol, y el pasado 25 de enero firmaron ambas empresas un acuerdo de intención para negociar una alianza estratégica).
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy (de visita en Puerto Vallarta con motivo del Foro Económico Mundial sobre América Latina) anunció que adoptará medidas "contundentes" en defensa de los intereses de Repsol y de todas las empresas españolas en el exterior.
Promotor de la inversión privada en Petróleos Mexicanos, en el mismo foro, el candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto, prometió una reforma energética que dé apertura a ese sector en las áreas de exploración y refinación en la industria petrolera; dijo respetar la decisión del gobierno argentino aunque no la comparte al restar confianza al sector privado para la inversión.
Andrés Manuel López Obrador tuvo dos reacciones, primero definió que no tenía porqué definir una postura sobre la decisión que tomen en otros países sobre asuntos que no tengan que ver con nosotros; y se manifestó “respetuoso del principio constitucional de política exterior de no intervención y la autodeterminación de los pueblos".
Pero además exigió de las autoridades una explicación del “por qué se ha privilegiado a la empresa española con contratos millonarios”.
El contrato para la explotación del gas en la Cuenca de Burgos, que no resultó benéfico para México, fue un buen negocio para la empresa, para Repsol, y un mal negocio para México porque no se extrajo más gas y sí cobraron mucho dinero por ese contrato, detalló.
"También tiene que haber una explicación sobre el contrato que se le entregó a Repsol para comprar gas de Perú, es un contrato de más de 20 mil millones de dólares. Y hay que revisar también porqué le vendieron acciones de Pemex a Repsol en el sexenio pasado. ¿Por qué tanto a Repsol?".
Son claras las posturas y en esta decisión de Argentina, puede verse claramente la definición en política exterior, manejo de nuestros hidrocarburos, alianzas internacionales, y otras muchas aristas, del actual gobierno en México y depende de los electores, del que viene.