En efecto, como lo dejó en claro el líder de la próxima bancada del Partido de la Revolución Democrática, Juan Ángel Flores Bustamante, quien tendrá en su control la Junta Política y de Gobierno: la Mesa Directiva debe de ser ocupada por una figura que tenga el consenso de los 30 diputados toda vez que será el rostro y voz, que durante 1 año, representará al Poder Legislativo.
Corresponde al Partido Revolucionario Institucional esa posición por el primer año, al ser la segunda fuerza electoral; sin embargo su postura de ubicar al diputado Matías Nazario Morales fue rechazada en principio y pospuso la negociación para este miércoles. Se augura una primera derrota de la fracción tricolor.
Manuel Martínez Garrigós a pesar de comandar el instituto político en Morelos sabe, y de antemano lo hizo público, que no le era conveniente buscar la posición; Rosalina Mazari Espín, quien ha estado en las últimas competencias siempre en la “cuerda floja”, podría alcanzar la distinción.
Mazari Espín ha sabido sumar, aunque ha sido opositora al grupo encabezado por Maricela Sánchez Cortés y maltratada por el de Amado Orihuela; imposible olvidar cómo se le hizo a un lado de las candidaturas, cómo se le alejó de la competencia por la dirigencia de la Confederación Nacional Campesina en la entidad, cómo se le ilusionó con la posibilidad de alcanzar el Senado en el lugar que se vio obligado a abandonar el diputado Francisco Moreno Merino. Más tarde fue removida del sitio dos al cuatro en las candidaturas plurinominales al Congreso de Morelos.
La dos veces diputada federal ha acumulado suficiente conocimiento parlamentario; de ser estorbo de los dirigentes priistas, poderosos candidatos y definidores de posiciones, está a un paso de convertirse en la voz e imagen representativa del Congreso de Morelos en su XLII Legislatura.
Será este día cuando los representantes electos deban alcanzar un consenso, en específico los priistas so pena, de ceder el espacio a un diputado de otra bancada que por supuesto no desperdiciará la oportunidad. El PRI debe aprender, y velozmente, que a partir del sábado deja de ser mayoría, su bancada de ocho es poderosa y respetable, siempre y cuando exista consenso y organización entre sus integrantes.
La dirigencia del PRI, encabezada por el también diputado Manuel Martínez Garrigós, no puede ser hecha a un lado; ese es el espacio en donde deben converger las posturas y definiciones. Será para el actual dirigente un verdadero reto el conservar el espacio, porque el liderazgo no es cuestión de nombramientos o encargos, ese se conquista a base de credibilidad, respeto e inclusive admiración.
Lo que es una realidad es que en esta ocasión no se repetirá esa absurda jornada de arrebatos, inmadurez política, aberrante lucha por el poder, paupérrima visión, vergonzosa etapa, que durante un semestre mantuvieron los legisladores de la bancada tricolor, que una vez alcanzado el triunfo, no supieron qué hacer con él, a pesar de su aplastante mayoría.
Hay dos talentos que deben seguirse de cerca: el de Juan Ángel Flores Bustamante y Javier Bolaños Aguilar. El primero “garbanzo de a libra” y lo demostró en su paso al frente del Partido de la Revolución Democrática; el otro de origen veracruzano, operador político que sabe de los recovecos del poder.
Ahora bien Isaac Pimentel, puede ser el gran triunfador en una decisión salomónica; claro está que de alcanzar la privilegiada posición, nadie aceptará que funja como tapadera o marioneta, deberá y está obligado a asumir la función con todas las de la ley y demostrar que su nombre y apellidos pesan.
Al Aire
El embajador de Estados Unidos en México aseguró que pronto habrá resultados de la investigación en donde resultaron agredidos –a un paso de perder la vida- dos integrantes de las fuerzas federales antinarcóticos de ese país en el poblado de Tres Marías.
Comentó que hay “muchos esfuerzos” por las autoridades de ambos países para “preparar y organizar” la investigación; por supuesto que no podemos ser estrictos en los términos porque las traducciones entre el español y el idioma inglés no son literales. Pero de entrada se siente que la mano les será cargada a los elementos de la Policía Federal hoy arraigados.
La versión de la emboscada y el arribo oportuno de los elementos policíacos debe ser esclarecida, de lo contrario los elementos participantes, es de entenderse, respondieron a una orden superior.