Eso ha llevado a que la obra pública sea mínima, en donde la hay, y en otros casos el poco ingreso que obtienen sea para pagar adeudos heredados con bancos, ex trabajadores y con proveedores.
De ahí que muchos de los ayuntamientos han decidido recortes de personal, como primera medida, para intentar resolver la necesidad de poder pagar la nómina y su gasto corriente, así como tener una obra pública que sería menor a una tercera parte de lo que se comprometieron en campaña.
Hay localidades como Temixco que se han visto envueltos en problemas financieros para pagar su nómina, como le sucedió al principio de la administración de Nereo Bandera Zavaleta, quien solamente pagó al personal administrativo y policías los meses de noviembre y diciembre del año pasado.
La obra que hoy presenta es la que viene de programas federales y que había sido solicitada por las propias comunidades, porque si Nereo Bandera quisiera otorgar una nueva calle o un gran puente a sus paisanos simplemente no podría, debido a que carece de los recursos para impulsar el desarrollo de su municipio.
Lo mismo sucede en Cuautla con Luis Felipe Güemes, a quien le dejaron una fuerte y gruesa deuda con instituciones de crédito de desarrollo social y privadas por parte de su antecesor Sergio Valdespín Pérez, al igual que Nereo Bandera Zavaleta, tuvo que aguantar tres meses para poder cobrar su quincena.
Cuernavaca no queda exenta de la falta de recursos públicos y por ello en el último mes se ha entrado a una rescisión de contrato de unos 800 trabajadores de confianza y sindicalizados.
El recorte en la capital de Morelos ha llegado a la desaparición de áreas completas, porque al alcalde Manuel Martínez Garrigós no le alcanza para sus proyectos y obras definidas en el presente año.
El gasto corriente en Cuernavaca antes del recorte era del 90% del presupuesto y lo bajó a un 60%, pero aún sigue planteándose recortes en el ramo administrativo del municipio.
Cierto es que hace poco también estableció reducir en un 40% los salarios de la llamada burocracia dorada, planteó el de su cabildo pero al parecer la medida no les pareció a muchos, sin tener que decir a casi todos, iniciando por el síndico Humberto Paladino Valdovinos.
Es cierto, las posturas de los alcaldes con problemas financieros han sido de cortar cabezas en padres de familia o madres solteras, no en la burocracia dorada o bajándose el salario; y hay ediles que ganan más que el gobernador e incluso el Presidente de la República.
Pero también está el caso de los abusadores del poder que se gastaron los recursos públicos en enriquecerse, o bien en cuestiones que tampoco ellos saben porque dejaron sus ciudades llenas de problemas de inseguridad, basura, desempleo y otras cuestiones de afección a la sociedad.
Ejemplos hay muchos. Ahí están los gobiernos de Adrián Rivera Pérez, que pidió un empréstito de 70 millones de pesos para la modernización del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca (Sapac) de los que solamente se pagaron 30 millones y el resto se heredó a Jesús Giles Sánchez, luego a Joaquín Roque González Cerezo y ahora a Manuel Martínez Garrigós.
No es la única deuda que dejaron en Cuernavaca, está entre otras la herencia de 20 millones de pesos a la extinta Compañía de Luz y Fuerza del Centro (CLyFC) y ahora a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que ha provocado la suspensión del servicio a 4 pozos de agua potable, que finalmente fueron vueltos a funcionar por un pago parcial.
Así es que con cabildos con prebendas financieras demasiado considerables tenemos administraciones pobres, que solamente sustentan a 33 ayuntamientos en quiebra técnica de la que desean salir –sólo por estos tres años- con préstamos, que al final ellos no van a pagar.
De otras cosas…
Como lo informamos ayer en este rotativo, todo parece indicar que hoy será relevado el diputado nuevo aliancista Othón Sánchez Vela, ya que los priístas reclaman su lugar, y a cambio harán una alianza con el PAN. Veremos qué pasa en la sesión de hoy… Hasta el próximo martes.