El escritor español Juan José Millás (1946) confesó que el azar, el humor y el periodismo le han permitido escribir libros como “El mundo” (2007), que aunque no estaba pensado como novela se convirtió en ello por azar.
Durante una conversación que sostuvo con la periodista mexicana Irma Gallo, en el Teatro de la Ciudad de la capital queretana, Millás comentó que como la mayoría de las cosas, su libro también surgió por azar.
El autor español, quien participa en el Hay Festival, que se realiza del 1 al 4 de septiembre en Querétaro, recordó que escribía una serie de reportajes para el diario “El País”, los cuales deberían terminar con una sombra “hecha a mí mismo”.
Su relato, que al principio le pareció un poco estrambótico, tomó otro sentido cuando en los días siguientes, él mismo empezó a perseguirse como lo hacía con sus personajes.
“Cómo caminaba por la calle, cómo me detenía ante los aparadores y empecé un desdoblamiento e iba tomando notas de ese personaje que era yo mismo. Y después empecé a escribir las páginas de otro reportaje y me di cuenta de que no era un reportaje, sino una novela”, detalló el también autor de “La mujer loca” y “Letra muerta”.
Explicó que “El mundo” es una novela en la que cuenta parte de su infancia, una novela autobiográfica a la que va y viene para narrar los sucesos determinantes que lo llevaron a ser escritor.
El ganador del Premio Planeta 2007 señaló que uno o varios personajes que ha plasmado en sus historias están llenos de humor, pero para su escritura este estado de ánimo es sólo un efecto colateral.
“No busco hacer humor; incluso me sorprende que la gente me diga que ha reído mucho con algunos de mis artículos. Yo me preguntó qué es lo que les causa gracia; al principio me extrañaba, pero ya con los años me he acostumbrado. Creo que es un efecto secundario”, afirmó Millás.
También dijo que su más reciente libro, “Desde la sombra” (2016), aborda la vida de Damián, un personaje que huye y se mete en un armario, pues está en un sitio de antigüedades y ese mueble lo compra una familia y se lo llevan.
Concluyó que ese personaje ya no desea huir más y decide quedarse a vivir en el armario, se convierte en uno más de la familia y mientras los dueños se van a trabajar, él sale del armario para hacer la comida y se convierte en una especie de fantasma.