Simplemente Menchaca Arias se dedicó a eludir su responsabilidad, culpando a los policías por su mala preparación, apenas con estudios de secundaria, desconocedores de tácticas policíacas, y que ya nadie quiere ser policía.
En fin, ésa no fue una comparecencia, sino un muro de lamentaciones, en el que los diputados ni siquiera acertaron en ponerle un alto a las burlas del secretario.
¿Juzgue usted si no? Gastón Menchaca Arias al hablar sobre la readaptación social, reconoció que no se cuenta con funcionarios que tengan los conocimientos necesarios en la materia, y de paso en sorna les pidió a los diputados que si ellos sabían de alguien que pudiera desempeñar este difícil y especializado trabajo, pues que se lo hagan saber para contratarlo. ¿Qué no le toca a él buscar a ese funcionario?
Y ahí le va el otro chispazo del avezado militar, quien al quejarse de que son pocos los que asisten a las convocatorias para incorporarse a las filas de las corporaciones policíacas, pidió a los diputados la posibilidad de hacer una reforma para forzar a los jóvenes que estudian el bachillerato, a prestar de manera obligatoria sus servicios en la Policía. ¿Cómo ve?
Antes permítame decirle que Menchaca Arias no es precisamente un especialista en el área de Seguridad Pública, pues casi toda su vida ha estado en la milicia donde ha desempeñado diversos cargos como comandante de la 5ª, 10ª y 12ª región militar, con sedes en Guadalajara, Jalisco, y Mérida, Yucatán. También se desempeñó como comandante de la 21ª, 31ª y 34ª Zona Militar en las plazas de Morelia, Michoacán; Rancho Nuevo, Chiapas; Chetumal y Quintana Roo.
El general fue subsecretario de Seguridad Pública en Tlaxcala, cargo en el que tuvo mucho éxito, pues tuvo que renunciar para fungir como asesor del secretario de la Defensa Nacional.
Así, con una raquítica experiencia en el área de Seguridad Pública, Gastón Menchaca Arias fue designado secretario, en medio de una crisis, después de que su antecesor Luis Ángel Cabeza de Vaca se le ligó a la banda que encabezó Arturo Beltrán Leyva, quien fuera acribillado a balazos en un enfrentamiento con la Marina Armada en Cuernavaca el pasado 16 de diciembre.
Y créame, su inexperiencia salió a relucir, reconociendo entre otras cosas que la delincuencia organizada está más a la vanguardia que las corporaciones policíacas, ya que comentó que aquélla ha cambiado sus métodos para eludir al ejército mexicano y a la Procuraduría General de la República, mientras que los policías a su cargo todavía no dominan tácticas.
Así las cosas, y créame, las respuestas que dio el secretario no nos hacen más que pensar que está desesperado, que no puede con el cargo y lo peor es que está resignado a que no podrá darnos a los morelenses lo que tanto pedimos desde hace meses, la seguridad pública.
Hoy Morelos está en la mira, y se tienen que hacer esfuerzos para que estos golpes no nos afecten más. No queremos improvisados, necesitamos alguien con conocimientos en la materia, que esté dispuesto a dar la guerra a esos delincuentes que tanto temor han sembrado.
Por cierto, hay quienes dan por hecho que David Salazar Guerrero será el diputado priísta que encabece la Mesa Directiva, pero lo cierto es que pese a que obtuvo once votos a su favor por miembros de su bancada, no hay nada firme todavía. Los priístas siguen con sus reuniones, buscan acuerdos, porque Salazar Guerrero no es bien visto por las otras fuerzas políticas. Hay quienes dicen que en realidad el que sigue buscando votos afuera y adentro de su bancada es Fernando Martínez Cué, buscando alianzas en el PRD, PT, Convergencia, Nueva Alianza, Verde Ecologista y el Partido Acción Nacional.
De otras cosas…
Le explicaba a usted en la columna de la semana pasada el pésimo estado laboral de los custodios, después de que dos de ellos fueron asesinados cuando trasladaban a un reo de alta peligrosidad a un juzgado. Comentaba que sus salarios son de dos mil pesos a la quincena en la mayoría de los casos, pero ahora le informó que esta quincena vieron incrementados sus salarios. Ya era hora… Hasta el próximo martes.