En el año 1995, el danés Lars Von Trier, junto con su connacional Thomas Vinterberg, proclamó lo que sería el manifiesto cinematográfico Dogma 95, cuya serie de reglas para realizar cine sin ningún tipo de pretensión, ayuda publicitaria o algún tipo de método como luces, tripiés y demás.
Establecen que para hacer cine sólo se debe utilizar lo más necesario, no incluir música de fondo, sin iluminación, efectos especiales, retoques o algún tipo de estilismo; mostrar la cinta al público en su forma natural, por lo que surge lo que sería la primera cinta de este tipo, tres años después, dirigida por Thomas Vinterberg.
Festen o La Celebración es una cinta que se enmarca en la historia de una familia que permanece alejada por muchos años debido a diversas diferencias entre los miembros. Es el aniversario sesenta del patriarca de la familia, Helge, quien es un hombre acaudalado que no tiene una buena relación con sus cuatro hijos.
Sin embargo, con motivo de su cumpleaños, él y su esposa ofrecen una fastuosa cena de gala en un hotel de su propiedad a la que sus hijos, así como amigos, están invitados a acudir.
A la llegada de sus hijos todo trascurre de forma natural; la indiferencia entre los integrantes de la familia hace notar la enorme brecha que hay entre cada uno. Previo a la cena, algunos de los problemas de los protagonistas salen a relucir. Sin embargo, las cosas tomarán un curso distinto cuando todos se presenten a la cena de gala.
En la mesa principal y de forma notable se encuentra el padre, casi todos los invitados se encuentran en el lugar, por lo que hará un brindis de cortesía, en el que, de manera casi inmediata, hace que su hijo mayor tome la palabra y realice una serie de descalificaciones en contra de su padre, por lo que enseguida es sacado de la recepción.
Christian,el hijo mayor, revela una serie de secretos y abusos que vivió a lado de su hermana melliza que acaba de suicidarse a causa de esos abusos, por lo que, durante la tarde-noche, la familia se encuentra en un entorno de tensión generada por las acusaciones.
La cinta transcurre de forma fluida, sin pretensiones y casi sin romper ninguna regla del manifiesto, por lo que la cinta no recurre a otro tipo de iluminación más que de la natural, por su parte los actores casi en su mayoría se desempeñan de forma magistral al compás de las tomas se encuentran en constante movimiento por lo que le da un toque de espontaneidad lo que marca una diferencia del cine convencional y nos lleva a una nueva experiencia y apreciación de la cinematografía.
Como una forma nueva de apreciación y naturalidad para aquellos que disfruten de un drama con emociones a cada momento.