En múltiples ocasiones vivimos esperando la llegada del amor de nuestra vida como un estereotipo y cuando nos es así nos sentimos defraudados. Sin embargo, el amor puede ser algo imaginario.
Los amores imaginarios(2010) es el segundo filme en la carrera del director canadiense Xavier Dolan, en el que nos presenta una tragicomedia romántica entre un chico y una chica que están enamorados de la misma persona.
En ella relata el triángulo amoroso entre Nicolás, Francis y Marie, en el que el primero de ellos es el protagonista de esta historia.
Todo comienza en una fiesta en la que las tres partes se conocen, pero Francis y Marie se enamoran de inmediato de Nicolás. Por su parte, éste deja entrever a los otros dos su interés, lo que desata una lucha por el amor del primero.
Durante el lapso de dos semanas, las fiestas y reuniones entre el triángulo se multiplicarán, aumentando la tensión entre los competidores. Sin embargo, para Nicolás nada es suficiente y en algún punto disfruta ver cómo compiten Francis y Marie y se destruyen poco a poco; pero no sabe a quién quiere con exactitud. Él sólo quiere pasarla bien con ambos.
Con el paso de los días, Marie se obsesiona más con conquistar a Nicolás, llenándolo de presentes y obsequios que a él no parecen importarle.
Por su parte, Francis sólo quiere un poco de diversión, molestar a Marie y quedarse con el amor de Nicolás.
Poco a poco la historia de los tres se irá perdiendo; Marie y Francis se darán cuenta del desinterés de Nicolás por mantener algún tipo de relación con alguno de los dos y desencadenará un final un tanto inesperado.
La cinta fue bien recibida por la crítica y estrenada en el Festival de Cannes, donde ganó un premio, lo que consagró al joven cineasta como una propuesta fresca e innovadora del nuevo cine, en el que el canadiense presenta historias muy rosas con cierto patrón que le da distinción a cada una de sus historias.