La educación en valores es una tarea individual, social, institucional y gubernamental proyectada hacia la interacción y el desarrollo social; esta tarea puede ser comprendida a partir del estudio de la socialización del docente.
Para ello es importante comprender cómo el docente percibe su formación moral y su identidad de educador en valores, así como la construcción de su pedagogía moral a través del análisis de procesos de socialización en la familia y en la escuela, además de otros espacios previos al ingreso de la formación profesional que se enmarca en su estancia en la Normal.
Los valores son comportamientos elegidos libremente por ser considerados importantes en la sociedad; es importante señalar que el valor se traslada a los actos a través de la interiorización de
Este estudio se realizó a través de entrevistas a profundidad con docentes de educación primaria y forma parte de una investigación realizada entre los años
2011 y 2014 en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, México.
Esos comportamientos, formando lo que se conoce como moral y el proceso de interiorización es la socialización.
En este proceso los sujetos a través de valores expresados en su comportamiento van encontrando una identidad que los define a sí mismos a través de interacciones con el grupo en el que se desenvuelven, debido a que implica también compartir ideologías, tradiciones y todo lo que es parte del comportamiento y que influye en la conformación de la identidad del grupo.
La formación moral del docente a través de los procesos de socialización familiar, general y profesional es el origen de su identidad como educador y de su pedagogía moral. Una comprensión adecuada de la formación moral permite conocer al individuo que enseña, sus motivos y sus aspiraciones.
Ante esta idea y a partir de las entrevistas y del análisis posterior realizado a las mismas, se pueden observar algunos elementos de gran relevancia con respecto al contenido y al proceso de investigación:
- Los procesos de socialización representan ese punto de inicio de la construcción de la formación moral, la cual gradualmente irá configurando la identidad de educador que el sujeto construye y su traslado a la pedagogía moral en la práctica de la enseñanza en cada docente.
- Aunque es cierto y verificable que todos los procesos tienen una influencia claramente definida en la conformación de una identidad de educador, es indudable, que el proceso de socialización familiar es el que mayor influencia ejerce, las concepciones de los valores que luego se trasladarán a la identidad en un sujeto poseen una gran dependencia de las interacciones sociales que se dan dentro de la familia. Los docentes hacen una constante referencia a la presencia de lo que en familia se aprendió con relación a los valores aludiendo a la importancia del proceso de la socialización familiar en su identidad como educador y en su pedagogía moral por encima del proceso de socialización general y del profesional, sin que esto signifique que estos dos últimos procesos no ejercen influencia, sino que lo hacen en un menor grado.
- La socialización general otorga elementos que claramente poseen relación con su pedagogía moral al recuperar experiencias que son tomadas como modelo para la enseñanza o son consideradas formas de actuar que no deben repetirse por ellos en su labor dentro del aula.
4. Además de la construcción de un discurso que encuentra gran parte de su sentido en el entorno familiar, el proceso de socialización profesional alimenta la identidad de educador a partir de una ideología institucional que depende enormemente de la institución en la que ha sido formado como docente, estas distinciones son fácilmente identificadas al encontrar un gran contraste en las narraciones de los docentes que procedían de instituciones distintas.
5. Todos los docentes dicen estar enfocados en el alumno y su sentido de vocación encuentra su explicación en la relación entre ambos, sin embargo, los elementos ajenos al entorno escolar a los que el docente hace una constante referencia parecen estar creando distracciones de la que es su tarea, elementos tales como: las problemáticas sociales que les impiden educar de forma adecuada; la mala imagen que posee el docente como gremio y que, según los sujetos entrevistados, continúa siendo maltratada por los medios masivos de comunicación; el poco interés de los padres de familia en el proceso formativo de sus hijos; los conflictos al interior de las instituciones educativas entre los integrantes de la misma; los conflictos entre maestros y supervisores al momento de realizar revisiones de las escuelas y de su trabajo.
6. La identidad de educador, como ya se ha dicho, es producto de la formación moral a partir de procesos de socialización y de los valores que en ellos se aprenden; es además la base para la construcción de una pedagogía moral que encuentra su sentido a partir de las relaciones entre docente y alumno.
Como se describe, la toma de conciencia posibilita que el docente, a través de sus propias narraciones dentro de las sesiones de entrevista se replantee el significado de su labor como educador y de la enseñanza como una tarea moral.