Tonantzintla, Puebla.).- La ciencia es divertida, asegura con una sonrisa el doctor Guillermo Tenorio Tagle, investigador titular D del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE). El entusiasmo por su trabajo evoca a un niño emocionado que acaba de tener una gran idea para seguir jugando. A sus más de 40 años como investigador, la creatividad y las ideas no se acaban cuando se trata de saber sobre el universo, las estrellas y su origen.
El doctor Guillermo Tenorio Tagle ha recibido reconocimientos nacionales e internacionales por sus contribuciones en la astrofísica numérica, destacando sus ecuaciones de hidrodinámica acopladas con las de transporte de radiación y fotoionización.
Para la Agencia Informativa Conacyt, el doctor Tenorio Tagle explica que su trabajo científico se centra en la hidrodinámica radiativa y en los procesos físicos que conllevan a la retroalimentación o feedback de la formación estelar, la cual puede ser tanto positiva como negativa.
“Las estrellas se forman de gas, el cual se junta en grandes cantidades, se colapsa y compacta hasta alcanzar temperaturas y densidades enormes y así convertirse en estrella, pero después de ella emana radiación y vientos que se organizan en su superficie, lo que empuja y dispersa el gas que hay alrededor; entonces ¿qué hacer para que después de que se forme la estrella esos gases no se vayan y se puedan seguir formando estrellas? Lo que hay es una relación íntima entre la formación de las estrellas y la evolución del medio interestelar. La pregunta es saber qué condiciones o cómo le hacen las galaxias, también ayudadas por la gravedad, para juntar ese gas y formar estrellas. A esto se le llama retroalimentación y hemos descubierto que esta puede ser tanto positiva (atraer gas) como negativa (dispersarlo)”.
Como parte de su producción científica, el doctor Guillermo Tenorio ha redactado más de 150 artículos para revistas indizadas, además de otras 150 participaciones en congresos nacionales e internacionales, publicaciones de libros y artículos científicos.
“En 1988 escribí ‘Superestructuras expandiéndose a gran escala en las galaxias’, un texto que sigue siendo citado y contiene el marco teórico que contempla la evolución de las estrellas y las ecuaciones principales que se tienen que resolver para llegar a estos resultados”.
Este año, en el mes de junio, la Sociedad Europea de Astronomía le rindió un homenaje en el marco de la Semana Europea de la Astronomía y las Ciencias del Espacio, en la ciudad de Praga, República Checa. Ahí se realizó un simposio llamado Estrellas de gran masa, su retroalimentación y supercúmulos de estrellas masivas, en el que se abordaron exclusivamente los temas y aportaciones científicas del doctor Tenorio Tagle.
“Me gustaban las matemáticas porque eran difíciles”
Las motivaciones pueden venir de emociones inesperadas y generar reacciones contrarias a lo que la mayoría espera. En el caso del doctor Tenorio Tagle, la dificultad que representaban para él las matemáticas y la física cuando cursaba la preparatoria fue el motor que lo impulsó a encontrar respuestas y fijarse una meta clara.
“Me acuerdo que cuando iba en la preparatoria siempre me gustaron las matemáticas y la física, pero no porque fuera bueno, sino porque me costaban trabajo, qué difícil era aquello. Así que frecuentemente levantaba la mano para pasar al pizarrón y entender lo que estaba pasando y eso me dio un fundamento importante en las ciencias que después usé al presentar mi examen de admisión en la UNAM, donde me aceptaron inmediatamente en la Facultad de Ciencias; allí estudié física y nunca reprobé una materia, así que creo que no lo hice mal”.
En la UNAM, Manuel Peimbert Sierra se interesó en su estudiante, Guillermo Tenorio Tagle, quien reconoce que esta influencia fue decisiva en su formación.
“Tuve la suerte de que el doctor Manuel Peimbert se fijara en mí para dirigir mi tesis de licenciatura. De inmediato me enganché con él y tuve la suerte de trabajar bajo su asesoría. Después con apoyo de una beca del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), viajé a la Universidad de Mánchester, en Inglaterra, para cursar mi doctorado en astrofísica”.
Tenorio Tagle recibió un ofrecimiento de posdoctorado en el Instituto Max Planck de Astrofísica, de Munich, Alemania, donde permaneció tres años para después hacer una estancia en el Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés), en Ginebra, Suiza, donde estuvo por otros dos años.
Posteriormente, regresó al Instituto Max Planck de Astrofísica, durante nueve años. También estuvo en el Colegio de Francia en París en 1983 y 1987; en el Centro de Estudios Nucleares en Saclay, Francia; en el Instituto de Astrofísica de Canarias en Tenerife, España, y en el Instituto de Astronomía de la Universidad de Cambridge en Inglaterra.
De regreso en México
Después de permanecer durante 27 años en Europa, el doctor Tenorio Tagle decide cerrar su ciclo en ese continente y regresa a México, al INAOE, motivado por la invitación del doctor Alfonso Serrano Pérez-Grovas y con el apoyo de Conacyt en la modalidad de repatriación.
A su llegada al INAOE, funda con los doctores Alfonso Serrano, Roberto Terlevich, Jorge Melnick, Horacio Dottori y José Franco el programa de Astrofísica Avanzada Guillermo Haro, con el objetivo de fomentar la dinámica de trabajo entre investigadores de astrofísica nacionales e internacionales y promover la colaboración no solo entre pares sino también con los estudiantes avanzados.
“Nos reunimos para definir una nueva línea de acción que diera mayor proyección al INAOE, lo que implicó que desde 1995 organizamos un taller de trabajo, invitando a las personas más reconocidas de la investigación astronómica, entre otras actividades que siguen dando resultados”.
Apasionado de su trabajo y de la ópera, el doctor Tenorio Tagle reconoce que la creatividad y la necesidad de conocer más allá siempre será un impulso para continuar desarrollando ciencia.
“La gracia que tiene la investigación es que no se puede copiar. Aquí hay que ser originales. Esto requiere de creatividad e ideas para poder resolver nuevos problemas, a eso lo llamamos ciencia básica, ya más adelante alguien utilizará los principios básicos que nosotros proponemos, pero lo primero siempre será estudiar cada tema a profundidad, porque no se puede innovar sin hacer ciencia básica. A mí no me interesa construir cosas sino conocer sus detalles a fondo y saber cómo funcionan”.
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