Para Jackson Palmer, la industria de las criptomonedas explota las ilusiones de los ingenuos y hace a los ricos más ricos.
El 2 de noviembre de 2005 nació un perro shiba inu de color mantequilla y ojos expresivos llamado Kabusu. Su dueña le tomó una foto en 2010 y esta se convirtió en un meme mundial. En 2013, los ingenieros de software Billy Markus y Jackson Palmer crearon la criptomoneda Dogecoin, en pleno auge del Bitcoin, basándose en el meme del perrito. Siete años después, a Elon Musk le pareció gracioso el chiste y decidió apoyar al Dogecoin. En 2021, la criptomoneda del perro es la octava más popular en el mundo dentro de su clase.
Los creadores del Dogecoin no esperaban que su broma fuese tan lejos. De hecho parece ser que el tema de la criptomoneda meme era una crítica hacia la especulación y lo efimero del concepto del valor de mercado. Lo decimos porque Jackson Palmer, uno de los cocreadores del Dogecoin, acaba de despotricar contra el sistema de criptomonedas que lo volvió famoso acusando a estas de solo servir para hacer ricos a los más ricos.
Entre las agudas críticas de Palmer, encontramos terminos como “tecnología hipercapitalista” y declara abiertamente que su uso está siendo impulsados por multimillonarios para evadir impuestos y ganar aun más dinero a base de especulación.
A continuación te dejaremos un fragmento traducido de su texto que fue publicado a través de su cuenta de Twitter. Tú saca tus propias conclusiones.
Jackson Palmer, inventor del Dogecoin, despotrica contra las criptomonedas
“A menudo me preguntan si ‘regresaré a las criptomonedas’ o comenzaré a compartir regularmente mis pensamientos sobre el tema otra vez. Mi respuesta es un ‘no’ sincero, pero para evitar repetirme a mi mismo, creo que podría valer la pena explicar brevemente el por qué…
Después de años de estudiarlo, creo que las criptomonedas están unidas inherentemente a la corriente de derecha, son una tecnología hipercapitalista construida principalmente para amplificar la riqueza de sus defensores a través de una combinación de evasión fiscal, supervisión regulatoria disminuida y escasez impuesta artificialmente.
A pesar de las afirmaciones de ‘descentralización’, la industria de las criptomonedas está controlada por un poderoso cartel de figuras adineradas quienes , con el tiempo, han evolucionado para incorporar muchas de las mismas instituciones vinculadas al sistema financiero centralizado existente que supuestamente se propusieron reemplazar.
La industria de las criptomonedas aprovecha una red de oscuras conexiones comerciales, influencers y medios comprados para perpetuar el culto de ‘hacerse rico rápidamente‘ diseñado para extraer dinero nuevo de los ingenuos y los desesperados financieramente.”