Tras el anuncio de la vuelta al trabajo presencial y ante la negativa de sus directivos de reconsiderar dichas medidas, algunas empleadas y empleados empiezan a presentar sus renuncias.
Todo empezó a principios de julio, cuando Tim Cook informó que, tras un largo periodo de trabajo remoto, comenzarían a volver a las oficinas de Apple en septiembre. Unos días después, en respuesta al anuncio, empleadas y empleados hicieron circular una carta en la que pedían no regresar al trabajo presencial y, en su lugar, se implementaran políticas más flexibles.
Sin embargo, los directivos mantuvieron su posición sobre el regreso a las oficinas de la compañía en un esquema híbrido de tres días a la semana. En respuesta, trabajadores hicieron circular, a inicios de este mes, una encuesta en la que señalaron que muchos estaban dispuestos a renunciar si se veían obligados a abandonar el home office.
Ahora, en el más reciente episodio de esta historia de la compañía de Cupertino, las primeras renuncias están empezando a suceder. De acuerdo con The Verge, las personas inconformes no solo están dejando sus puestos de trabajo, sino también consideran tomar acción legal contra la compañía.
En un canal de Slack con casi 6,000 miembros, al menos 10 personas informaron sus intenciones de renunciar a causa de las nuevas medidas de Apple. Uno de los empleados señaló que le había sido negada la posibilidad de trabajar desde casa, aun cuando la ley se lo permite a través de la Americans With Disabilities Act (ADA), que asegura los derechos de las personas con discapacidad en Estados Unidos.
En el mismo canal de la plataforma de mensajería, informa el medio, empleadas y empleados ya se encuentran en medio de un proceso de organización para forzar a los directivos de Apple a negociar los esquemas de trabajo o, en su defecto, tomar acción legal contra la compañía.