Los NFTs (Non-Fungible Token) o Token no Fungible, son unidades de valor que se rigen de manera digital, aquí algunas de sus características:
-Son únicos, es decir, no hay dos iguales.
-Son creados a partir de blockchains.
-Son indivisibles, no puedes tener una fracción de NFT.
-Son indestructibles, se almacenan en un contrato inteligente a través de blockchain.
-Poseen un historial de compra-venta en blockchain.
En la actualidad una de las blockchains, más utilizadas para hacer NFTs es del Ether, generada por el protocolo de Ethereum.
El futuro es ahora
La era digital nos ha demostrado que los avances tecnológicos y la innovación van en aumento por lo que debemos ser capaces de sobrellevar todo lo que nos rodea empleando un profundo análisis antes de sumarnos a esta tendencia de luchar por poseer algo auténtico e irrepetible.
Algunos coleccionistas de arte no han tardado en manifestar sus adquisiciones de NFT art o como suele llamarse “Arte criptográfico”, y han evidenciado que adquirir una imagen, video o ilustración, puede ser significar la inversión de una gran cantidad de valor monetario.
En primera instancia parece sencillo: 1. El artista o creador hace una obra original, 2. Coloca su obra dentro del mercado de las criptomonedas (hablemos de Flipckick, un sitio donde las subastas de arte digital están a la orden del día o Nifty Gateway, una plataforma fundada por Duncan y Griffin Cock Foster que opera con tokens no fungibles) y 3. Alguien adquiere la obra.
Pero va más allá, en primera instancia, debemos partir de lo complejo o sencillo que resulta crear una de estas obras y el valor que el autor le desea asignar, ya sea por los insumos o bienes materiales que conlleva su elaboración hasta, y por qué no decirlo, el valor significativo que puede representar para su creador.
¿Cuánto y por qué tan caro?
A partir de mayo, el historietista Luis Ricardo Ramos, comenzó a incluir sus obras de arte digital a través de blockchain, lo que esperaba es que por lo menos recuperara un costo aunque sea de forma simbólica el valor de su obra. Para lograrlo, se sumó a la plataforma OpenSea y con el paso de los días, incursionó en Foundation, tan sólo una de sus primeras obras se vendió en 200 dólares.
Los coleccionistas pagan sumas muy elevadas por una pieza poco usual en el mundo artístico, llamémosle: Jardín de las delicias del Bosco, una Gioconda por Leonardo Da Vinci o un Grito por Edvard Munch, ahora el mundo digital apuesta por opciones similares en las que se es dueño de algo irrepetible.
Hemos visto piezas cuyo costo parecería una locura pero que realmente se están vendiendo y comprando alrededor del mundo, la pregunta aquí sería, ¿Estarías dispuesto o dispuesta a comprar uno?
La variedad es enorme: CryptoPunks, Gato Genesis, CryptoKitties Dragon, Mujeres Cripto o Nazaret, artistas y obras coexistiendo en un mundo donde la exclusividad es todo un fenómeno social.