Los teléfonos celulares se han convertido en una de las herramientas de trabajo y entretenimiento más utilizadas en la actualidad, razón por la que mantenerlos siempre actualizados y funcionando correctamente es de vital importancia.
Si bien, es verdad que estos dispositivos cada vez son más resistentes y duraderos, en ocasiones llegan a quedar obsoletos por temas de software, específicamente de su sistema operativo, o de hardware, es decir, de las especificaciones físicas que integran el equipo.
¿En qué momento debes cambiar tu smartphone?
Ahora bien, si estás pensando reemplazar tu teléfono celular es importante tener en cuenta los siguientes puntos:
- Lo primero que debes tener en mente es que un dispositivo desactualizado, y sin soporte oficial, conlleva grandes riesgos de seguridad, ya que al no recibir los parches necesarios se pone vulnerable a sufrir algún tipo de ataque cibernético.
- Adicionalmente, el tener un equipo que no se actualiza hace que pueda tener problemas a la hora de ejecutar las aplicaciones, tal es el caso de apps como WhatsApp que constantemente anuncia un listado de dispositivos que dejarán de ser compatibles con este servicio de mensajería instantánea.
- Otro aspecto a tener en cuenta a la hora de querer reemplazar un equipo celular son las condiciones funcionales en las que se encuentra, ya que en ocasiones cuenta con daños permanentes que impedirán utilizarlo de forma adecuada y que incluso podría ser riesgoso para el usuario.
- Por ejemplo, un teléfono celular con pantalla rota podría llegar a lastimar al usuario del mismo, incluso es posible que llegará no solo a sufrir una herida, si no también que pudiera quedarse fragmentos del cristal en la cortada sin que este se diera cuenta, corriendo riesgo de infectarse.
- Del mismo modo, una batería en mal estado podría llegar a inflarse, dañando otros componentes como la pantalla, y en el peor de los casos, incluso llegando a explotar.
Consejos para reemplazar tu celular
Con lo anterior en mente, la recomendación para cambiar tu celular es optar por un equipo que esté diseñado para cumplir las tareas que le asignaron, no siempre lo más caro es lo mejor.
Lo primero que debes cuestionarte son las características que más utilizarás, ya sea una buena cámara, un pantalla más grande, mayor almacenamiento, una batería que te dure todo el día, un equipo de uso rudo que sea resistente a caídas o golpes. Teniendo esto claro podremos limitar las opciones de búsqueda a soluciones que más se adecuen a nosotros.
Adicionalmente, es recomendable adquirir equipos nuevos, ya que además de contar con soporte oficial del fabricante y garantía, también vienen preparados para ser compatibles con una gran cantidad de aplicaciones, además de mantenerse en constante actualización de software, previniendo ataques.