Después de numerosos reclamos, el nuevo logo de X que estaba ubicado en las oficinas centrales de la antigua Twitter en San Francisco, tuvo que ser retirado debido a las quejas de los vecinos. Las personas residentes de la zona argumentaron ante el Departamento de Inspección de Edificios de la ciudad que la luz intermitente del logo dificultaba su sueño.
El Descontento Local
El nuevo logo, una X luminosa de gran tamaño, comenzó a generar polémica en el vecindario inmediatamente después de su instalación. La intermitencia y la luminosidad extrema de la señalización causaron una molestia considerable, especialmente durante las noches. Los vecinos, en declaraciones publicadas por The Washington Post, describieron que incluso las persianas no lograban bloquear la luz.
El Dilema del Logo
La controversia surgió a raíz de la decisión de Elon Musk de renombrar Twitter a X. Después de la confirmación del cambio de nombre, se instaló "ilegalmente" el nuevo logotipo en el edificio de San Francisco, lo que no fue aprobado por las autoridades locales. Por seguridad estructural y la intensidad de las luces, las autoridades y los residentes locales expresaron su inconformidad.
Conflicto con la Ciudad
La relación entre la empresa y San Francisco se ha vuelto cada vez más tensa en el último año. Los vecinos han experimentado una serie de situaciones desconcertantes, que van desde demandas contra la empresa por impagos de alquiler hasta investigaciones por convertir ilegalmente oficinas en habitaciones compartidas. Musk ha hecho declaraciones contundentes sobre la ciudad, comparándola con un "apocalipsis de zombis abandonado".
Intervención de las Autoridades
Un inspector de construcción intentó en dos ocasiones acceder al nuevo letrero en la azotea, pero los representantes de la empresa le negaron la entrada, alegando que era un letrero temporal para un evento. Finalmente, se le comunicó a la empresa que debía retirar la estructura o hacerla cumplir con el código de la ciudad.
Consecuencias para X
El propietario de la propiedad será multado por la instalación y retirada de la estructura, así como por los costos de la investigación de la ciudad, según Patrick Hannan, portavoz del Departamento de Inspección de Edificios. Matt Dorsey, miembro de la Junta de Supervisores, expresó su intención de contactar a Musk para discutir la relación entre la empresa y la ciudad, calificando las acciones recientes de la compañía como "hostiles".
"Deben saber que fue ilegal, y creo que deberían saberlo mejor", declaró Dorsey, mostrando su preocupación por la posible tensión que estas acciones puedan generar en la relación de la empresa con el gobierno local.