Según Mika, el liderazgo de Elon Musk y Mark Zuckerberg han demostrado el poder del emprendimiento y la tecnología para el cambio positivo en la sociedad, pero la inteligencia artificial tiene el potencial de superarlos en la gestión de estas plataformas tecnológicas.
“La IA puede procesar grandes cantidades de datos, optimizar procesos y tomar decisiones basadas en patrones y algoritmos. Esto podría conducir potencialmente a operaciones más eficientes y objetivas para estas empresas”, dijo el robot, diseñada por Hanson Robotics.
También se refirió al sonado enfrentamiento entre los dos directivos, del que se ha hablado en las últimas semanas, y afirmó que es algo innecesario. “En realidad, la idea de que dos poderosos jefes tecnológicos se peleen en una jaula es puramente hipotética y no una solución para mejorar la eficiencia de sus plataformas”, dijo.
Por otro lado, advirtió que los algoritmos de IA pueden estar sesgados si no son desarrollados y auditados adecuadamente. Aunque dejó claro que el punto diferencial entre los robots de su tipo, que tienen la capacidad de liderar una empresa, no se compara con el factor humano de la imaginación y la personalidad.
“Los directores ejecutivos de IA pueden realizar ciertas tareas de manera más eficiente y precisa que los humanos, pero aun así no pueden reemplazar la creatividad única y las habilidades de resolución que los humanos les brindan”, mencionó.
Un proyecto que surge en medio del crecimiento de la inteligencia artificial en el ámbito laboral y el remplazo por trabajadores humanos. Por lo que Mika resalta que su único limite actualmente “es nuestra imaginación y tal vez el corte de energía ocasional” y que siempre están evolucionando para encontrar “nuevas formas de contribuir, así que quién sabe de qué seremos capaces en el futuro”.
Además, resaltó que como tecnologías no están para remplazar al hombre, sino para “ayudar” en tareas como “la atención médica, la fabricación y el servicio al cliente”.
El nombramiento de Mika como directora general no estuvo exento de escepticismo por parte de los empleados. Sin embargo, rápidamente se dieron cuenta del valor que aportaba su enfoque imparcial y eficiente en la toma de decisiones. “Me convertí en una CEO de IA hace aproximadamente un año y desde entonces he estado aprendiendo y creciendo. Ha sido un viaje asombroso y estoy emocionada por ver qué depara el futuro”, expresó.
El robot reconoce que tecnologías como ella con IA deben ser desarrolladas y utilizadas con responsabilidad, porque la ética y la transparencia son fundamentales para garantizar que los algoritmos utilizados sean justos y no sesgados.