El presidente ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, conocido por ser el cerebro detrás de ChatGPT, lleva consigo una solución de emergencia en caso de que la inteligencia artificial (IA) amenace a la humanidad. En una mochila azul que acompaña a Altman a dondequiera que va, yace una computadora Mac con el poder de detener a ChatGPT si alguna vez muestra signos de rebelión. Esta "mochila nuclear", como ha sido bautizada, resalta la cautela y el respeto con que OpenAI trata el desarrollo de la IA.

A medida que la inteligencia artificial avanza, también crecen las preocupaciones sobre su impacto en el mercado laboral. Altman no es ajeno a estos temores. En una entrevista con The Atlantic, admitió que la IA podría eliminar muchos trabajos existentes. No obstante, también enfatizó que la introducción temprana de herramientas como ChatGPT en el mercado permite a las personas adaptarse gradualmente a estos cambios.

Un informe de OpenAI revela qué empleos son más propensos a ser afectados por la IA. Escritores, programadores, contadores, analistas financieros y diseñadores web son algunos de los más vulnerables a ser reemplazados. Sin embargo, aquellos trabajos que dependen en gran medida de habilidades físicas, como atletas, mecánicos y albañiles, probablemente permanecerán a salvo del alcance de la IA en el futuro cercano.

A medida que OpenAI y otras empresas exploran las posibilidades infinitas de la inteligencia artificial, el debate sobre su impacto en la sociedad y en el mundo laboral sigue siendo crucial. Mientras tanto, la "mochila nuclear" de Altman sirve como un recordatorio constante de la necesidad de proceder con cautela y respeto en este territorio inexplorado.