Intel atraviesa una reestructuración profunda que culminará con la escisión de Intel Capital, su brazo inversor, que se convertirá en una entidad independiente a partir de 2025. Intel Capital, que cuenta con 5.000 millones de dólares en activos, ha sido una parte clave de Intel desde su fundación en 1991. Durante más de tres décadas, ha invertido más de 20.000 millones de dólares en más de 1.800 empresas, principalmente en áreas como semiconductores, 5G, dispositivos y servicios en la nube.
La decisión de separar Intel Capital refleja el momento crítico que enfrenta la empresa. Enfrentando una crisis financiera y una caída significativa en su capitalización bursátil, Intel busca simplificar su estructura y obtener liquidez tras un 2024 especialmente difícil, el peor año bursátil de la compañía desde 1971. Este movimiento es parte de un plan más amplio de desmembramiento que incluye la escisión de su división de chips FPGA, Altera, y la posible venta de su unidad de conducción autónoma, Mobileye, además de la segregación de su negocio de fabricación, Intel Foundry.
La situación de Intel es compleja, ya que además de la reestructuración financiera, la destitución de su CEO, Pat Gelsinger, en diciembre pasado tras cuatro años de dificultades, resalta la magnitud de la crisis interna. La empresa también anunció 15.000 despidos y recortes de costos por 10.000 millones de dólares en un intento por recuperar el rumbo.
A pesar de la separación, Intel mantendrá una participación en Intel Capital como inversor ancla, lo que le permitirá seguir respaldando el fondo para atraer capital externo y dar credibilidad a los nuevos inversores. Con el cambio de estructura, Intel Capital buscará operar bajo un nuevo nombre y capitalizar oportunidades externas para crecer en el futuro.