Toyota está dando forma a la vida del mañana con Woven City, una innovadora ciudad futurista cerca del Monte Fuji en Japón. Este ambicioso proyecto busca combinar medio ambiente, robótica, inteligencia artificial y transporte autónomo de cero emisiones, creando un campo de pruebas para la movilidad del futuro.
A diferencia de las tradicionales “ciudades inteligentes”, Woven City no pretende ser un desarrollo inmobiliario convencional. Según Daisuke Toyoda, ejecutivo de Toyota, el objetivo es explorar cómo será la vida cotidiana en un entorno altamente tecnológico. La construcción comenzó en 2021 sobre los terrenos de una antigua fábrica de automóviles de Toyota, y actualmente se ha completado la primera fase que abarca 47 mil metros cuadrados, aproximadamente el tamaño de cinco campos de béisbol.
La ciudad está diseñada para ser un centro de innovación donde investigadores y startups colaboren para desarrollar soluciones de movilidad. Todos los edificios están conectados por pasajes subterráneos para vehículos autónomos encargados de recoger basura y realizar entregas.
Por ahora, nadie vive allí, pero los primeros residentes serán 100 “tejedores”, empleados de Toyota y empresas asociadas como Nissin y Daikin. El nombre Woven City rinde homenaje a los orígenes de Toyota como fabricante de telares automáticos, un invento de Sakichi Toyoda para facilitar el trabajo de su madre.
A diferencia de otras ciudades futuristas que se han quedado en el camino, Woven City apuesta por la energía de hidrógeno en lugar de los vehículos eléctricos, marcando una diferencia en el enfoque de sostenibilidad. Aunque Toyota no espera obtener ganancias en el corto plazo, el proyecto es un claro intento de competir con gigantes tecnológicos como Waymo de Google.
Woven City no solo representa el futuro de la movilidad, sino también una visión de cómo la tecnología y la innovación pueden transformar la vida urbana.