En México, los deepfakes, una tecnología de manipulación audiovisual impulsada por inteligencia artificial (IA), enfrentan un grave vacío legal que dificulta su regulación. Esta tecnología ha sido utilizada principalmente para crear videos falsos que suplantan la cara y voz de una persona, generando contenido engañoso que va desde la diversión hasta la difamación.
La abogada Odette Mendoza Becerril, experta en derecho digital, explicó que, aunque los deepfakes se originaron en el ámbito del entretenimiento, ahora se emplean para realizar montajes dañinos, especialmente en casos de acoso y difamación. En particular, las mujeres son las principales víctimas de esta práctica, con videos falsos de contenido sexual no consensuado que afectan gravemente su reputación y bienestar.
Lamentablemente, México no cuenta con leyes específicas para abordar los deepfakes, lo que crea un vacío legal que impide procesar adecuadamente estos delitos. Mendoza Becerril señala que, aunque no hay una regulación directa sobre IA, existen leyes como la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, que se puede aplicar en casos de violencia digital, así como la Ley Federal de Derechos de Autor en ciertos contextos.
Para quienes sufren este tipo de ataques, la abogada recomienda denunciar el hecho, ya sea bajo las leyes mencionadas o en base a otras normativas relacionadas con acoso y difamación digital. Las penas por difundir contenido no consensuado van de 3 a 6 años de prisión, con multas que varían según el caso.
Aunque actualmente no existe una ley que regule los deepfakes de manera específica, Mendoza Becerril destaca que hay iniciativas en marcha, tanto a nivel local en Ciudad de México como a nivel federal, para crear leyes que regulen el uso de la inteligencia artificial y protejan la privacidad de las personas.
Este vacío legal pone en evidencia la necesidad urgente de regular las nuevas tecnologías y proteger a las personas de los peligros asociados al mal uso de la inteligencia artificial. A pesar de la falta de legislación, se están dando pasos hacia un futuro más justo, con propuestas de leyes que buscan mitigar los daños causados por los deepfakes y otras tecnologías emergentes.