El happy slapping es una forma de bullying que ha ido en aumento, especialmente entre los jóvenes. Este fenómeno consiste en agredir físicamente a una persona para grabar el ataque y luego difundir el video en redes sociales con el fin de ganar seguidores o popularidad. Las agresiones pueden incluir desde golpear, empujar o patear a peatones hasta actos más graves, como agredir verbal o sexualmente a alguien. En ciertos casos, este comportamiento puede considerarse un delito.
La Policía de Investigación de la Ciudad de México explica que el happy slapping implica grabar una agresión y compartirla en línea, lo cual afecta profundamente a la víctima. Según la organización Save the Children, esta práctica surgió hace unos 20 años en el Reino Unido y, en la mayoría de los casos, involucra a jóvenes que se conocen, como compañeros de escuela o vecinos. De hecho, el 61% de los agresores suelen ser amigos o compañeros de la víctima, lo que aumenta el impacto emocional del abuso.
El happy slapping está estrechamente relacionado con otras formas de violencia, como el acoso escolar y el ciberbullying. Si estas agresiones son grabadas y difundidas, se considera happy slapping.
¿Cómo evitar el Happy Slapping?
Para prevenir que los más pequeños se conviertan en víctimas de esta modalidad de bullying, la Policía de Investigación ofrece las siguientes recomendaciones:
- Educa a tus hijos con valores éticos. Enséñales que los abusos físicos no son divertidos y que lastiman a las personas.
- Vigila el contenido en redes sociales. Asegúrate de que los niños y adolescentes consuman contenido positivo y saludable en línea.
- Alerta sobre los riesgos de internet. Informa a los más jóvenes sobre los peligros de compartir videos o imágenes que puedan perjudicar a otras personas.
Prevenir el happy slapping comienza en casa, educando a los niños sobre el respeto, la empatía y el uso responsable de las redes sociales.