Investigadores de la Universidad de Turku, en Finlandia, han desarrollado una innovadora técnica que replica con precisión las microestructuras de las hojas para crear dispositivos electrónicos flexibles más eficientes y sostenibles. Inspirados en la naturaleza, este avance se enmarca dentro de la biomimética, disciplina que busca soluciones tecnológicas basadas en el diseño de organismos vivos.
El equipo utilizó hojas secas de Ficus religiosa como moldes naturales, logrando transferir sus complejas estructuras fractales a materiales funcionales con una precisión superior al 90%. Estas estructuras jerárquicas permiten aumentar el área de contacto sin perder flexibilidad, mejorando así la conductividad, la eficiencia energética y la durabilidad de los dispositivos.
Una de las aplicaciones más prometedoras es la creación de sensores de presión ultrafinos, capaces de simular el sentido del tacto en dedos robóticos o prótesis inteligentes. Esta tecnología también podría emplearse en dispositivos portátiles y pieles electrónicas para monitorear el cuerpo humano en tiempo real.
A diferencia de técnicas artificiales como el origami o el kirigami, este método no requiere laboratorios especializados ni procesos industriales complejos, lo que reduce su costo e impacto ambiental. Los patrones extraídos de las hojas se transfieren a materiales como el nailon para garantizar resistencia y flexibilidad, lo que permite su producción a gran escala. Además, el uso de polímeros sostenibles y materiales conductores alternativos refuerza su enfoque ecológico.
Con este avance, el equipo finlandés busca fusionar la eficiencia de la naturaleza con la versatilidad de los materiales modernos, sentando las bases para una nueva generación de tecnología más consciente, funcional y en sintonía con el medio ambiente.