El uso de redes sociales entre niños y adolescentes es cada vez más común. Plataformas como YouTube, TikTok e Instagram ofrecen oportunidades de creatividad y conexión, pero también pueden exponer a los menores a riesgos como el ciberacoso, el acceso a contenido inapropiado o el contacto con desconocidos. Para ayudar a prevenir estos problemas, varias plataformas han desarrollado herramientas específicas de control parental que permiten a madres y padres supervisar la actividad digital de sus hijos sin invadir su privacidad.
YouTube: control de contenido y perfiles infantiles
YouTube dispone de un Centro Familiar que permite a los adultos vincular su cuenta con la de sus hijos, limitar el tipo de videos que pueden ver, establecer horarios de uso y revisar su historial. Además, YouTube Kids ofrece una experiencia más segura para los más pequeños, con filtros automáticos que bloquean contenido no apto para su edad.
Instagram: cuentas de adolescentes y supervisión discreta
La red social de Meta introdujo Cuentas de Adolescentes para usuarios de entre 13 y 17 años, que restringen por defecto el contacto con desconocidos y el acceso a publicaciones sensibles. Los adultos pueden vincular su cuenta a la del menor para ver a quién sigue, quién lo sigue y con quién interactúa, facilitando la prevención de situaciones de riesgo sin invadir por completo su espacio digital.
TikTok: sincronización familiar y límites personalizados
TikTok cuenta con la función de Sincronización Familiar, que permite al adulto gestionar la cuenta del menor desde su propio perfil. A través de esta herramienta, se pueden ajustar la duración del uso diario, los niveles de privacidad del perfil y el tipo de contenido visible. El proceso de activación es simple y se realiza mediante código QR o invitación directa.
Más allá del control, educación digital y diálogo constante
Aunque estas herramientas son útiles, no sustituyen la importancia de educar en el uso consciente de internet. El diálogo continuo, la confianza y la enseñanza sobre los riesgos reales del entorno digital —como el grooming, la presión por validación social o el robo de identidad— son esenciales para formar usuarios responsables.
En un entorno cada vez más conectado, proteger a los menores no solo significa limitar, sino también acompañar y enseñar a navegar de forma segura y crítica. ¿Ya tienes configuradas estas herramientas en casa?