Google, al detectar la imagen explícita de un niño en la cuenta de correo de este sujeto, se encargó de avisar al National Center for Missing and Exploited Children, que fue quien se encargó de solicitar una orden que permitió investigar el resto de dispositivos que poseía este hombre y descubrir más material sospechoso. Finalmente fue detenido, y actualmente requiere una fianza de 200.000 dólares.
Es importante detallar que un empleado de Google no se encarga de ir cuenta por cuenta revisando las imágenes: más bien hace uso, desde hace años, de un algoritmo de hashing con una base de datos que almacena hashes de estas imágenes. Cuando Google detecta que el hash de un adjunto coincide con el de una imagen de su base de datos, la revisa. Además, curiosamente, las imágenes de los correos electrónicos de Gmail son responsabilidad de Google desde no hace mucho.
Aunque aquí quizá merezca la pena reflexionar sobre dónde están los límites. El análisis del contenido almacenado en los servicios de Google entra dentro de sus términos de servicio, aunque en el momento de redactar este texto no se indica explícitamente que el contenido vaya a ser analizado con esta finalidad (únicamente hablan de la publicidad contextual y de la búsqueda de software malicioso).
Vía | Business Insider | genbeta