La solicitud del FBI está relacionada con el tiroteo de San Bernardino, California, ocurrido el 2 de diciembre de 2015, que dejó un saldo de 14 personas muertas y otros 17 heridos. Uno de los terroristas involucrados llevaba un iPhone, que luego fue recuperado por las autoridades, quienes pidieron la colaboración de Apple en las investigaciones.
Según se cuenta en la carta, la compañía de manzana ayudó en todo lo posible en sus investigaciones al FBI, hasta que el gobierno solicitó que hicieran una nueva versión de iOS que omitiera algunas características importantes de seguridad. La idea de las autoridades era instalar esa versión del sistema operativo en el iPhone recuperado y obtener información del atacante, ya que hasta ese momento no habían conseguido saltarse el sistema de cifrado de datos.
La carta está firmada por el propio Tim Cook, CEO de Apple (Foto: NPR).
Sin embargo, Apple negó a facilitarle el software modificado a las autoridades. ¿La razón? Que si esa versión modificada de iOS caía en las manos equivocadas, podría servir para vulnerar la privacidad de cualquier usuario. Y es que con antecedentes de espionaje masivo como el de la NSA, creer que una herramienta tan poderosa como esta sólo será usada una vez, sería pecar de inocente. Así lo dice el propio Tim Cook en su texto:
“El gobierno sugiere que esta herramienta sólo sería usada una vez, en sólo un teléfono. Pero eso no es cierto. Una vez creada, esta misma técnica podría ser utilizada una y otra vez, en cualquier número de dispositivos.
Las autoridades le están pidiendo a Apple hackear a nuestros propios usuarios y socavar décadas de avances en seguridad que protegen a nuestros clientes –incluyendo decenas de millones de ciudadanos americanos– de los piratas informáticos y delincuentes cibernéticos. Los mismos ingenieros que desarrollaron el sistema de cifrado en el iPhone para proteger a nuestros usuarios serían, irónicamente, quienes debilitarían esas mismas protecciones.”
Apple dice que esta es una situación “sin precedentes”, lo que irremediablemente nos lleva a hacernos una pregunta: ¿quién será el siguiente? Esperemos que este sea sólo la primera empresa que se pronuncia al respecto, aunque en realidad será responsabilidad de nosotros, los usuarios, de exigir que los grandes fabricantes defiendan nuestros datos de esta clase de atropellos. | CE