Pareciera que Facebook y su algoritmo pertenecen el Frente Nacional por la Familia y es que en esta ocasión la red social bajó de su plataforma una fotografía que muestra a una niña desnuda huyendo de un ataque de napalm durante la guerra de Vietnam. La imagen, ganadora del premio Pulitzer, fue tomada por el fotógrafo Nick Ut en 1972 y desde entonces ha dado la vuelta el mundo evidenciando los estragos de la guerra.
Las políticas de publicación de Facebook reaccionaron luego de que el escritor Tom Engeland subiera la foto en su muro lo que provocó no sólo la supresión de la fotografía, también el bloqueo de la cuenta del autor. Al poco tiempo en Noruega se desató una discusión sobre la libertad de expresión y muchos ciudadanos compartieron la foto como una respuesta a la compañía de Mark Zuckerberg. Incluso Erna Solberg, ministra de Noruega, también lo hizo y con el mismo fatídico resultado: la eliminación de la fotografía.
Al respecto Sigbjorn Aanes, uno de sus asistentes de la mandataria declaró: “lo que hacen al retirar este tipo de imágenes, aunque sea con buenas intenciones, es censurar nuestra historia común”. Y por su parte Rolv Erik Ryssdal, CEO de Schibsted Media Group, declaró “la censura de Facebook es un ataque a la libertad de expresión y por lo tanto en la democracia”.
La polémica llegó tan lejos que esta mañana el periódico Aftenposten dedicó su primera plana a Facebook. Espen Hegil Hansen, director del diario, publicó una carta dedicada a Mark Zuckerberg:
“Escucha, Mark, esto es serio. Primero hacen reglas que no distinguen entre pornografía infantil y famosas fotos de guerra. Luego las aplican sin dejar margen al buen juicio y después, censuran también la crítica y el debate y castigan a quienes se atreven a criticar”.
Pero el asunto no para ahí, más adelante acusa de Zuckerberg de abusar de su poder como el editor más poderoso del mundo:
“Pero querido Mark, tú eres el editor más poderoso del mundo. Incluso para el Aftenposten es difícil evitar Facebook. De hecho, no queremos hacerlo porque tú nos ofreces un gran canal para distribuir nuestro contenido. Y queremos hacerlo con periodismo. Sin embargo, a pesar de ser el director del diario más leído de Noruega, tengo que darme cuenta de que estás restringiendo mi ejercicio de responsabilidad editorial. Creo que estás abusando de tu poder”.
Esta acusación se vuelve más relevante si consideramos que el fondo soberano noruego es dueño del 0,52% de las acciones de Facebook y ha inverido 1.400 millones de euros en la empresa.
Al final, arrepentido, Facebook volvió a subir la fotografía a su plataforma abogando a la dificultad de distinguir entre pornografía infantil y una fotografía de guerra. Así lo dijo un vocero de la compañía para The Guardian:
“A la vez que reconocemos que se trata de una foto icónica, es difícil hacer una distinción entre permitir una fotografía de un niño desnudo en una instancia particular y no en otras.”
Lo cual a título personal me deja pensando en un par de cosas: Como decía José Saramago: “¿Para qué sirve el arrepentimiento si eso no va ha borrar nada de lo que ha pasado?”. ¿No condolerse con estas fotos, no retraerse ante ellas, no afanarse en abolir lo que causa semejante estrago, carnicería semejante serían las reacciones de un monstruo moral? ¿Cuál hubiera sido nuestra reacción si eso hubiera sucedido aquí en México?, ¿Algún diario habría alzado la voz? ¿Si eliminar la censura no nos sirve para reflexionar sobre la libertad y sus límites, entonces para qué?
Es evidente que este tipo de acciones nos hacen sentir que estamos dentro de alguna ficción de magnitudes Orwellianas. Al parecer hoy en día que existe mayor libertad en los medios digitales, la censura está a la vuelta de un click. | CE