La agencia también señaló que trabaja de manera estrecha con Samsung para implementar un retiro oficial de los teléfonos "lo más pronto posible" e intenta descifrar si los Note 7 de reemplazo por parte de la compañía son un "remedio aceptable".
La semana pasada, Samsung inició un retiro del dispositivo a nivel mundial, apenas dos semanas después de que salieran al mercado, debido al peligro de que se incendien o exploten.
En ese momento, Samsung dijo que ha confirmado 35 casos del problema entre los 2,5 millones de celulares vendidos.
La compañía no dijo la semana pasada si los usuarios debían dejar de utilizar los teléfonos, y señaló que las nuevas unidades estarán disponibles en unas dos semanas.
Sin embargo, en un comunicado difundido el viernes, Samsung Electronics America solicitó a los propietarios de Note 7 que apaguen sus teléfonos y los cambien por algún otro. Pero la compañía resaltó que no habrá nuevos Note 7 hasta que la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor finalice su "proceso", aunque los dueños pueden cambiar los Note 7 ahora por un modelo diferente.
Por su parte, las autoridades de seguridad aeronáutica de Estados Unidos adoptaron el jueves la medida inusual de advertir a los pasajeros de las aerolíneas que no enciendan ni carguen sus teléfonos durante los vuelos, y que tampoco los metan en equipaje facturado.
Samsung dispuso el retiro de sus teléfonos celulares en un momento crucial porque su rival Apple anunció hace poco sus versiones más recientes del iPhone.
Los teléfonos Note son de los modelos más caros de Samsung y tienen alta demanda.