Adidas siempre ha sido una compañía pionera en nuevos materiales para zapatillas deportivas, pero nunca se había acercado a lo presentado estos días en la conferencia BIOFABRICATE como concepto, unas zapatillas biodegradables. La marca ha demostrado así cómo no solo quiere seguir innovando, sino también hacerlo de manera más limpia y ecológica, de igual manera que ocurrió con las Parley, también procedentes de su programa Futurecraft, una edición limitada creada utilizando desechos oceánicos.
En este caso, están fabricados con un tejido diseñado para imitar la seda que producen las arañas, creado a base de fuentes de carbón natural que son fermentadas y convertidas en polvo blanco. Aunque parezca mentira por su característica biodegradable, es ligero, pero a la vez muy fuerte, circunstancia que hace posible su uso en equipamiento deportivo, uniéndose en este caso a las clásicas suelas de sus zapatillas UltraBoost, y a material médico y estético, donde ya se ha utilizado en implantes y en mallas quirúrgicos.
Todo nació en el seno AMSilk, una compañía alemana centrada en producir biopolímeros de seda sintética. Para ellos también ha sido una gran oportunidad de marcar nuevos estándares en la industria textil, según su CEO Jens Klein. Como curiosidad, el material que emplean es completamente vegano, a diferencia de otros tejidos. Por otra parte, frente al caso de la mayoría de zapatillas que se producen a nivel mundial, fabricadas en Asia, Adidas fabricará el modelo biodegradable entre Europa y Estados Unidos, donde están apostando por la robotización en sus Speed Factories.
Sobre su disponibilidad, solo se sabe que llegará en 2017, aunque de momento no se conoce ni la fecha concreta ni el precio, aunque de seguir la línea de otros productos, primero llegará una edición limitada con un coste elevado y más tarde una más normal para el gran público.