Orgullosamente Coatetelco municipio indígena del estado de Morelos es muy antiguo y se ubica en una grandiosa zona arqueológica que data de los años 250 a 500 de nuestra era, es una localidad al sur del estado, que alberga costumbres, tradiciones, sitios naturales, una zona arqueológica y una laguna. Se tienen registros de sus primeros asentamientos humanos provenientes del señorío de Cuauhnáhuac ahora Cuernavaca. En esta época Coatetelco fue una región importante por ser parte de un corredor comercial que surtía a los pueblos de esta zona. Sus habitantes se dedicaban a la pesca, la agricultura y la caza de aves en la laguna ubicada a orillas del poblado. Posteriormente cambiando y generando nueva historia con la llegada de los españoles y la colonización hasta como lo conocemos en nuestros días. Coatetelco es un rinconcito que por tradición es alegre, bello por su historia, con sus danzas autóctonas y que luce en su máximo esplendor sus recursos naturales y culturales.
Entre su clima caluroso, vegetación y fauna se encuentra una sociedad ubicada dentro de este bello municipio indígena, sociedad que con el pasar de los años fue teniendo diversas creencias e ideologías, costumbres y tradiciones que conocemos actualmente, las autoras de esta creación son las mamás y las abuelas que nos enseñaron desde muy jóvenes cómo nos tenemos que comportar hasta cómo debemos hacer las cosas, estas mujeres nos enseñaron con experiencias cómo se deben de realizar las actividades diarias hasta el cómo debemos realizar las costumbres y tradiciones de nuestro lugar de origen.
Mujeres que quizás en un principio no tuvieron los estudios necesarios por el simple hecho de que eran de una familia humilde, pero han demostraron que saben más que cualquiera que haya estudiado en la mejor escuela, esas mujeres son las que vale la pena escuchar y decirle al mundo quienes son en realidad mujeres trabajadoras, fuertes, humildes, sencillas e inteligentes.
Las mujeres de edad mayor a los 60 años se les respeta a tal grado de llamarlas “tías” sin tener un vínculo familiar en común, las tías son señoras que a lo largo de su vida han hecho y deshecho muchas cosas como cualquier ser humano, pero entre tantas cosas que han realizado es el inculcar los valores primordiales de una buena sociedad y por ende nuestros principio básicos que nos hacen mejor como seres humanos, también nos enseñaron todas aquellas costumbres y tradiciones que con gozo y alegría conservamos en nuestros días. Actividades que se llevan a cabo en el municipio indígena con todas las especificaciones claras, tanto acciones como pensamientos y emociones que se tiene que tener al realizar estas celebraciones.
Entre las mujeres más conocidas en el municipio existe una señora llamada Anselma Ponciano Álvarez también llamada como la “tía Chema”, mujer sabia, fiel creyente a la religión católica, fuerte de corazón y alma, rezandera, madre, abuela, cocinera, artesana, mujer que ha sabido ganarse su lugar en el municipio indígena como una de la más conocidas por sus actos simbólicos que ha realzado en el pueblo, que a sus 88 años de edad tiene la energía de un adolecente y la ambición de seguir demostrándole al municipio indígena y al mundo lo que es capaz de hacer, de todo el conocimiento que ha logrado recaudar con el paso del tiempo y todas las vivencias que ha pasado a lo largo de su trayectoria es una de las mujeres más conocidas en el pueblo pero lamentablemente poco fuera de él.
Esta mujer ya ha dejado huella en este lugar, marcándolo como su tierra natal, lugar donde extendió sus raíces e hizo crecer su propio árbol, la tía Chema a lo largo de su vida nos relata que desde niña sufrió los rezagos de la revolución mexicana, cosa que afectaba al pueblo en ese entonces, poniendo en riesgo a las niñas ya que se las robaban para llevárselas fuera de aquí y tenían que esconderse en la llamada “cueva de Moctezuma” que se encuentra en lo más alto del cerro de Moctezuma, también experimento una de las pandemias que asesinó a mucha gente de Coatetelco entre ellas su madre; causada por la viruela, enfermedad que actualmente no es tan grave pero como su sustento era limitado no podían pagar un doctor que los atendiera, su única salvación era utilizar remedios naturales, pero pese a que la enfermedad inflamaba la garganta de las personas estas no podían pasar ni siquiera una pequeña gota de agua y morían de hambre y de sed, con lágrimas en los ojos ella se tuvo que despedirse de su madre y no pudieron pagar ni un velorio digno por la falta de recursos, a consecuencia de la falta de la producción de alimentos y trabajo, el pueblo se vio involucrado en una hambruna devastadora, con la falta de alimento los pobladores tenían que buscar nuevas formas de poder llevarse algo a la boca así que en los cerros iban en busca de biznagas, que es una planta perteneciente a la familia de las cactáceas, muy fácil de reconocer porque tiene forma esfera y es uno de los cactus más emblemáticos de México, estas les quitaban las espinas, las ponían a hervir y eso era su único alimento que les ayudaba para sobrevivir . La tía Chema estando sola y con muchos rezagos porque la vida había tomado por sorpresa, a su voluntad tuvo que salir adelante como fuera lugar, la vida le puso muchos obstáculos en el camino, pero ella jamás se dio por vencida mostrando así lo fuerte que ha llegado a ser hasta sus últimos días, mujer que se ha sabido ganarse el respeto de su familia y del pueblo en general.
En el transcurso del tiempo ella fue aprendiendo de gastronomía, costumbres, tradiciones, religión entre otros aspectos importantes que merecen ser reconocidos, ella relata que nunca fue a la escuela porque no tenía para comer y tenía que ayudar en la casa ya que era más importante el darle de comer a los hombres de la casa que traían alimento, poco a poco se fue nutriendo de conocimientos que sin darse cuenta al poco tiempo ya sabía leer y escribir más que nada por la necesidad de sobrevivir, ella relata que las costumbre y tradiciones nos mantienen vivos como seres humanos, recordando a nuestros seres queridos a través de los recuerdos y dejándole pequeñas acciones que son en honor a ellas.
A sus 88 años de edad ella realizaba diferentes actividades, desde la costumbre de despertarse a las 6 de la mañana y comenzar sus actividades como dios manda, ella se levantaba a barrer su patio, regar las plantas y realizar el desayuno de su humilde hogar, iba a realizar las compras necesarias al mercado y regresaba para almorzar, fuera de la rutina ella realizaba coronas para las tumbas del cementerio, estas se ponen con el objetivo de recordar a los fieles difuntos en diferentes celebraciones, como sus cumpleaños, día de las madres, día de muertos etc. Ella realizaba estas coronas a mano y las vende a un precio accesible al público, ella trazaba sus flores en papel china, las recorta y las armas ella misma, en la actualidad muchos compran esas coronas por mayoreo fuera de Coatetelco y las venden en el municipio, pero la tía Chema seguía conservando esa tradición de hacer coronas. Como se dieron cuenta la tía Chema es una mujer con sabiduría, fuerte e irrompible, mujer de buena madera como dirían los ancianos del municipio indígena. Así como ella hay muchas mujeres mayores que tienen historias por compartir y experiencias en el desarrollo de como una mujer llegó a ser tan apreciada como ella, también el cómo estas mujeres les pasan la batuta a la nueva generación de mujeres y hombres que luchan por el progreso y desarrollo de un mejor lugar, actualmente ya es más fácil con el manejo de nuevas oportunidades y formas de salir adelante con la innovación de las tecnologías.
A lo largo del presente escrito se abordó un tema importante en Coatetelco municipio indígena de campesinos y pescadores, la importancia de cómo influye una mujer en el desarrollo y crecimiento de este mismo, mostrándonos puntos básicos como la educación en los hijos y puntos impactantes del cómo una mujer se sacrificaba para que no faltara alimento en el hogar y las mil formas de cómo una mujer indígena supo sobresalir a pesar de grandes obstáculos que le da la vida, así como éstas existen más vivencias por parte de otras mujeres que luchan y lucharon por sobrevivir y mantenerse firme ante cualquier situación, estas mujeres nos regalan sus conocimientos, tradiciones y costumbres que forman parte importante del pasado, presente y futuro de Morelos y México.
TEXTO:
ODONYEI ELIHU OCTAVIANO MARTÍNEZ
ESTUDIANTE DE LA ESCUELA DE TURISMO DE LA UAEM
Foto: Xiadani Mateos