Sin duda uno de los municipios, que por su resiliencia destaca en el estado de Morelos, es Jojutla. Después del devastador sismo del 19 de septiembre del 2017, a la fecha se nota la transformación de muchos de los lugares que fueron dañados y modificados derivado de ese hecho desastroso.
Es de reconocer que, después de la tragedia, Jojutla se mantiene como el principal polo comercial de la zona sur de Morelos, si bien Zacatepec es importante por la comercialización del azúcar que se produce en el ingenio Emiliano Zapata, Jojutla es la visita obligada para la adquisición de productos o el disfrute de servicios para los vecinos de los municipios y las localidades sureñas.
Esta transformación tiene implicaciones importantes en el sector turístico. Las remodelaciones de edificios y la construcción de nuevos espacios son, ahora, motivo de actividades que tienen que ver con el turismo.
En la antigua explanada del Ayuntamiento ahora se puede apreciar la “arcada”, que no solo ha sido reconocido desde el contexto arquitectónico, sino como un espacio que se debe visitar y llevarse la postal, pues estar en este lugar es una experiencia única, si bien es un espacio corto, es sin duda un atractivo en el centro del municipio.
Otro lugar que se debe visitar es la Alameda, que se ha transformado y por supuesto la parroquia de San Miguel Arcángel, que sufrió daños pero mantiene el misticismo que la religiosidad de los feligreses han mantenido por casi 300 años venerando al Señor de Tula.
De acuerdo con el portal https://arquitecturaviva.com/obras/santuario-del-senor-de-tula-en-jojutla, “el equipo compuesto por AGENDA Agencia de Arquitectura | Camilo Restrepo (Colombia) y la firma de Derek Dellakamp y Jachen Schleich (México), con Francisco Eduardo Franco Ramírez, fue el encargado de levantar el Santuario del Señor de Tula, un centro de culto con más de cinco siglos de historia. Con un área construida de 450 metros cuadrados, el proyecto se desarrolla a partir de una gran cubierta compuesta por bóvedas de ladrillo, soportadas por una estructura de hormigón resuelta con arcos apoyados en las esquinas. De esta manera, se permite el paso del aire y la entrada de luz natural. Retomando la tipología de la capilla abierta, el escalonamiento del suelo desde el atrio hacia el altar aporta privacidad sin perder el contacto visual con el entorno”.
Frente al santuario, llama la atención “los lavaderos”, que desde hace años es centro de reunión de las familias del lugar que utilizan este espacio como parte de sus actividades cotidianas.
El hemiciclo a Juárez, conocido como “la cabeza de Juárez,” es otro lugar digno de una postal, pero antes, se puede vivir la experiencia gastronómica de visitar el mercado “Benito Juárez” donde se pueden disfrutar de los “tacos dorados”. Los tacos son de picadillo, y además de los tacos de carnitas, barbacoa de chivo y borrego así como las sabrosas gordas y quesadillas de pollo, longaniza, chales, frijol, haba, requesón, choriqueso, acompañada de pápalos y guajes en limón, así como chiles en rajas. Semillas de calabaza doradas en comal son el aderezo ideal para el disfrute de las gordas, sopes conocidas en el sur como “picaditas”.
En 2022, se instaló la escultura del Ave Fénix, que mide 17 metros de alto por 16:50 metros de ancho, y está ubicada sobre el boulevard 17 de abril la entrada principal a la Ciudad de Jojutla de Juárez, la cual recibe a sus visitantes con el mensaje de resurgimiento, del renacer de una ciudad que se reconstruye poco a poco.
TEXTO Y FOTOGRAFÍAS:
DR. SALVADOR RIVERA DÍAZ
PROFESOR DE LA ESCUELA DE TURISMO UAEM