Carnaval en Cuernavaca, Morelos, teniendo la primera recuperación de esta festividad en el año 1936, después de 300 años de olvido por parte de la ciudadanía. A pesar de ello, la festividad no logró mantenerse por tanto tiempo, sin embargo, se data que a mediados de los años 60, la ciudad de Cuernavaca atraía a cientos de turistas nacionales y extranjeros que acudían para disfrutar de uno de los mejores carnavales que se realizaban en el país y que competía dignamente con los más importantes, como el de Mérida, Veracruz y Mazatlán.
Esta fiesta de la alegría comenzó a realizarse en 1965, cuando se conformó un comité organizador integrado por instituciones industriales, comerciales y de servicios turísticos, representadas por empresarios cuernavacenses, como José Luis Carvajal, Kurth Bartholomaus y don Manuel Suárez.
El carnaval daba inicio en el entonces Jardín de los Héroes, hoy mejor conocido como Plaza de Armas, con la ceremonia de quema del féretro del “mal humor”. Posteriormente, sus cenizas se esparcían a los cuatro vientos, haciendo de esto una fiesta de convivencia familiar; generando la participación de los cuernavacenses; disfrazados o simplemente portando alguna máscara, bailaban y cantaban en las calles con singular alegría, pretendiendo divertirse por todos los medios.
Otro de los puntos emblemáticos de este carnaval en los años 60´s era la reina del carnaval, elegida por votación y cuya coronación se realizaba en el hotel Casino de la Selva. El baile en honor a su graciosa majestad llegó a ser amenizado por importantes orquestas de esa época, como la de Clemente Ojeda, o la del maestro Morquecho. Asimismo, se llegaron a presentar artistas como Enrique Guzmán, Los Crazy Birds, Los Belmonts o las Chicas a Gogó, y como maestros de ceremonias estuvieron Manuel “El Loco” Valdés y Luis “Vivi” Hernández.
Por otra parte, no podía faltar “El Rey Feo”, encargado de la risa y la alegría, personificado por Moisés Mendoza, en aquel entonces, quien había sido luchador. En los desfiles había coloridos carros alegóricos, en los que participan empresas y uno de los más emblemáticos presentado por Miel Carlota en forma de abeja u otros jalados por caballos patrocinados por distintas empresas para darle color y vida a estos recorridos por las calles principales de Cuernavaca.
Había comparsas bailando el tradicional brinco del chinelo, que venían de diferentes pueblos del estado. Se premiaba con dinero en efectivo a la mejor presentada y al mejor chinelo. No faltaron las mojigangas, las bandas de charleston, los carros antiguos, así como hombres vestidos de mujeres y mujeres vestidas de hombres. Cayendo la noche, se realizaba el desfile tlahuica, en el que participaban 500 elementos con un espectacular vestuario. Portando antorchas que utilizaban en el Festival de la Luna Llena, en la pirámide de Teopanzolco. También se presentaron en ese lugar los voladores de Papantla y un espectacular juego de pelota mixteca entre los equipos Cuernavaca y Oaxaca.
Multitudinarios bailes populares se realizaron en Tepetates y en el Melchor Ocampo, en donde importantes orquestas llegaron a tocar, como la de Carlos Campos. También se realizaron bailes y concursos de disfraces en diferentes salones de fiestas. En el lienzo charro hubo grandes corridas de toros, en donde se presentaron famosos toreros, como Juan Silvetti, Manolo Espinosa “Armillita” y Carlos Cruz Portugal. En el Jardín de los Héroes y el Jardín Pacheco se llegó a organizar la Gran Carrera Nacional de Go-Karts.
Otras actividades que se realizaron fueron concurso de mariachis y huapangos, carreras de costales y burros, concurso de clavados chuscos; se presentaron grupos de teatro y juegos pirotécnicos amenizados por la tradicional estudiantina Minerva. Finalmente, el carnaval terminaba con el entierro de Juan Carnaval, siendo en el año 1974 el último carnaval realizado en lo que ahora conocemos como la ciudad de la eterna primavera.
Es por ello que, después de 50 años, con fecha del 13 de Febrero del 2024, se realizó nuevamente el carnaval en la capital del estado de Morelos, dando color, música y alegría a quienes asistieron. Iniciando el recorrido en la catedral de Cuernavaca, acompañado de tres comparsas conformadas por algunos de los barrios más antiguos de Cuernavaca, tales como, barrio Gualupita, colonia El empleado y el barrio de San Francisco, cada uno caracterizado por colores. En el caso del primero, de color negro, el segundo color rojo y el tercero de color café, esto con la finalidad de darle orden a este recorrido.
Es importante mencionar que la recuperación de esta festividad en un lugar de suma importancia para los morelenses es con la finalidad de recuperar nuestras tradiciones en el estado y que se conserve por muchos años más sin perder de vista un evento familiar y de sana convivencia.
TEXTO: HAIDÉ JAZMÍN DÍAZ CUEVAS
PROFESORA DE LA ESCUELA DE TURISMO
FOTOGRAFÍAS: ANDREA ILLIAN KUNZ VON DER ROSEN MILLÁN Y FERNANDO RUIZ VÁZQUEZ