La medicina tradicional en México es un patrimonio cultural invaluable que ha perdurado a lo largo de los siglos. Este sistema de conocimiento, basado en prácticas ancestrales y el uso de plantas medicinales, ha sido transmitido de generación en generación, reflejando la rica diversidad cultural del país.
Tiene sus raíces en las civilizaciones prehispánicas, como los Aztecas y Mayas, quienes desarrollaron sofisticados sistemas de salud basados en el conocimiento de la flora y fauna local. Los antiguos mexicanos utilizaban plantas medicinales, rituales y conocimientos astrológicos para tratar diversas enfermedades y mantener el equilibrio del cuerpo y el espíritu.
Uno de los referentes en este tema en la ciudad de Cuernavaca es el Jardín Etnobotánico y Museo de la Medicina Tradicional, ubicado en una casa de verano del siglo XIX, construida por órdenes de Maximiliano de Habsburgo.
En 1976 fue inaugurado el jardín etnobotánico, y tres años después tocó el turno del museo. En 1994, la Asociación Mexicana de Jardines Botánicos decidió albergar “La Colección Nacional de Plantas Medicinales” en este espacio.
Después de recorrer la sala introductoria, el visitante entrará en contacto con la exposición permanente, donde se explican desde los antecedentes históricos de las especies reportadas en los códices del siglo XVI, hasta los estudios actuales sobre medicina tradicional y etnobotánica.
En este espacio cultural se difunden las prácticas tradicionales de curación y salud, en las que el uso de plantas y hierbas es esencial, además de otras formas de curación ritual, las cuales fueron una constante entre las poblaciones prehispánicas, así como de algunas sociedades rurales y urbanas del México contemporáneo.
Además de las salas de exposición, el jardín botánico se considera un “museo vivo”, donde se resguarda una extensa colección de orquídeas, xerófitas, especies de selva baja caducifolia, así como plantas nativas e introducidas, medicinales, condimenticias, alimenticias y cactáceas.
El acervo está conformado por una colección de más de 800 especies de relevancia etnobotánica, 700 de ellas identificadas taxonómicamente y distribuidas en casi cuatro hectáreas. Asimismo, sirve de apoyo para proyectos de investigación, conservación, docencia y difusión de la medicina tradicional y la herbolaria.
El jardín representa un potencial turístico muy elevado, ya que, en los últimos años, la medicina tradicional ha encontrado un nuevo papel como atractivo turístico, atrayendo a visitantes interesados en experiencias auténticas y tratamientos naturales.