“No eres tú, soy yo, es que te veo más como un amigo…”. Si alguna vez le han frenado un avance romántico con esta frase conocerá bien la frontera inquebrantable de la friendzone: el lugar que ocupan los colegas sin posibilidad de “lo que surja”. ¿Pero y los que han sido mucho “más que amigos"? ¿Podrían emplear esta frase para volver a la casilla de inicio con éxito?
La ciencia indica que, efectivamente, es posible. Según un estudio llevado a cabo por científicos holandeses, los que se separan suelen mantener una relación amigable durante un periodo de dos y diez años, aunque como cabe esperar no todo es color de rosa: otra investigación indica que solemos atribuirle más cualidades negativas a nuestras exparejas que a nuestros amigos. Además detalla que, en el caso de estas amistades, se suele sostener un trasfondo romántico que puede llegar a complicar las cosas.
Ya hemos establecido que es posible perpetuar la amistad con un amante del pasado, pero considerando las consecuencias negativas, ¿por qué querríamos hacerlo? Un nuevo estudio publicado por la revista Science destaca siete razones de una lista de 153. Las más relevantes siguen a continuación:
1. Seguridad y sentimentalismo (ejemplo: “Me hace mejor persona”).
2. Pragmatismo (“Tiene mucho dinero”).
3. Prolongación de la atracción romántica (“Le sigo queriendo”).
4. Hijos y demás fuentes en común (“Está embarazada”).
5. Disminución de la atracción romántica, que podría desencadenar una relación de amistad, tras la pérdida del deseo sexual (“Ya no quería acostarme con él”).
6. Para no dificultar las relaciones sociales ("No quiero que sea incómodo en mi grupo de amigos”).
7. Acceso a la actividad sexual (“Quiero seguir acostándome con él”).
Los investigadores, de la Universidad de Oakland, hicieron que los participantes completaran un test de personalidad, con interesantes resultados. A pesar de que la mayoría de voluntarios posicionó las razones sentimentales y de seguridad como las más importantes, se encontraron diferencias entre las actitudes de hombres y mujeres: ellos valoraban las razones prácticas y de acceso sexual más que ellas.
No obstante, cuando estos mismos resultados se interpretaron en función de las características individuales de cada persona, se encontró que no diferían tanto, ya que las personalidades similares tendían a responder de forma parecida independientemente de su sexo. Según los científicos, estos resultados sugieren que mantener la amistad tras una ruptura sentimental podría resultar beneficioso. Así es que, si es usted de los que se mantiene cercano a sus ex parejas, no deje que nadie le intente convencer de lo contrario.