Por años se ha creído que las oficinas abiertas mantienen satisfechos a los empleados, pero este estudio está a punto de mostrarte cómo es el espacio ideal.
¿Crees que tienes poco espacio en la oficina? ¿Te molesta compartir tu lugar de trabajo? No, no eres egoísta, de hecho, eso mismo piensan otros empleados, de acuerdo con el estudio ‘Satisfacción en el espacio de trabajo: La privacidad y comunicación en oficinas abiertas’ realizado por investigadores de la Universidad de Australia.
Por años, se ha creído que las oficinas abiertas facilitan la comunicación y la interacción entre los compañeros de trabajo, además de que promueven la satisfacción en el lugar de trabajo y la efectividad del trabajo en equipo.
Sin embargo, el estudio indica que, por el contrario, este diseño ha resultado ser disruptivo para los trabajadores, quienes consideran que este tipo de espacios enfrenta desventajas como el ruido incontrolable y la pérdida de privacidad.
Los especialistas encuestaron a 42 mil 764 empleados que laboraban en oficinas con estos tipos de espacios:
-Oficinas abiertas
-Cubículos con divisiones bajas
-Cubículos con divisiones altas
-Espacios privados cerrados y separados para un ocupante
-Espacios cerrados y separados para dos o tres personas
Les preguntaron qué podría hacerlos más felices y productivos en diferentes rubros: la temperatura ambiente, calidad de aire, cantidad de luz, nivel de confort visual, nivel de ruido, privacidad del sonido, cantidad de espacio, facilidad de interacción con el equipo de trabajo, comodidad del mobiliario, la capacidad de ajuste de los muebles, así como sus colores y texturas, además de la limpieza general.
También se les elaboraron preguntas como: ¿te gusta el lugar donde trabajas?, ¿te gusta pasar tiempo en ese lugar?, entre otras.
Y los resultados fueron sorprendentes. Los espacios que ofrecen privacidad claramente superaron los diseños de oficinas abiertas.
Casi el 50 por ciento de los trabajadores que estaban en espacios abiertos indicaron que estaban insatisfechos respecto a la privacidad del sonido, mientras que casi el 60 por ciento de aquellos que laboran en espacios con divisiones bajas también se mostraron insatisfechos en este rubro.
Por el contrario, sólo el 20 por ciento de aquellos que cuentan con espacios privados y cerrados se quejaron por este aspecto y lo mismo ocurrió con casi el 40 por ciento de los que están en espacios cerrados, pero compartidos.
Respecto a la privacidad visual, casi el 40 por ciento de aquellos que trabajan en espacios abiertos se mostraron insatisfechos al respecto, y esta insatisfacción también se mostró en poco más del 30 de los que conviven en espacios con divisiones bajas.
Por el contrario, aquellos que están en sus propios espacios cerrados registraron el menor porcentaje de descontento en privacidad visual (sólo 5 por ciento) y aquellos que tienen espacios cerrados, pero compartidos reportaron sólo 25 por ciento de inconformidad en este aspecto.
En conclusión, el nivel de satisfacción respecto al espacio de trabajo fue mayor entre aquellos que tienen oficinas privadas, mientras que aquellos que están en oficinas abiertas señalan distracción por el ruido y pérdida de privacidad como las principales causas de su insatisfacción.
“La cantidad de espacio individual disponible fue identificado como el más importante en la satisfacción general sobre el espacio de trabajo entre los cinco diseños de oficinas”, señala el estudio.
Así, los espacios privados hacen más felices a los empleados y los resultados del estudio contradicen categóricamente la idea general aceptada por la industria de que las oficinas abiertas mejoran la satisfacción de los empleados sobre su espacio laboral.