¿En qué mano el va el anillo de compromiso y por qué? ¿qué significa y cuál es su origen? Aquí te contamos.
Cuando una pareja se compromete, casi siempre a casarse, hay una joya que marca el inicio de esta etapa: el anillo de compromiso. La pareja ya no es de novios sino de prometidos y de próximos esposos.
Esta joya tiene algunas particularidades que ponen a quien da el anillo de cabeza: en qué mano va, qué tipo de metal debe ser, cuando se le debe dar a la pareja, por qué va en determinado dedo, etc. Aquí te explicaremos estos detalles por si están pensando en dar uno, comprarlo con tu pareja o si quieres ser el mejor consejero para alguien que está en ese proceso.
Significado del anillo de compromiso
El anillo de compromiso representa ese momento de cambio en la relación de una pareja. Es un elemento protagonista en la pedida de mano y significa que la persona que lo porta ya tiene un compromiso matrimonial para el futuro.
Se dice que el corazón de la persona que porta el anillo “pertenece” a quien se lo da. Generalmente es la mujer quien usa esta joya pero actualmente, ambos miembros de la pareja usan algo relacionado con la indicación de que están comprometidos.
Los anillos de compromiso llevan un diamante que significa que su amor es para toda la vida, ya que los diamantes son piedras con esa duración y también implica que su amor es único ya que ninguna de estas piedras preciosas son iguales nunca.
En qué mano va el anillo de compromiso
El anillo de compromiso va en la mano izquierda, en el dedo anular. Esto es así porque hay creencias que indican que hay una vena amoris, que va del corazón, corre por el brazo izquierdo y llega a la mano y luego al dedo anular, el que está al lado del meñique.
Hay países en que el anillo de compromiso se usa en la mano derecha como Alemania, India o Rusia. En México, y en todo el continente americano, esta pieza va en la mano izquierda.
Origen del anillo de compromiso
Cuentan algunas historias que el primer hombre que le dio un anillo de compromiso a su futura esposa fue Maximiliano de Austria en 1477, a María de Borgoña. La pieza que le dio era de oro y tenía un gran brillante, se lo dio como muestra de su amor.
Esto se convirtió en un hábito entre las clases adineradas y creció cuando la industria de los diamantes hizo lo mismo en Sudáfrica, en 1866. Por eso años hubo una campaña publicitaria en Estados Unidos, liderada por una empresa de diamantes, que hizo crecer la popularidad de esta joya entre las parejas próximas a casarse. | CC