Películas como Inception nos mostraron las infinitas posibilidades de controlar nuestros sueños. El sueño lúcido es la herramienta perfecta para replicarlo y la ciencia lo explica.
Los sueños lúcidos son un evento tan raro que cerca de la mitad de la población jamás experimentará uno, pero aquellos que han tenido la suerte de vivirlo, buscan incansablemente la manera de volver a tenerlo. Múltiples técnicas han surgido con el pasar de los años para poder inducirlos, aunque hasta hace poco fue posible comprobar una técnica científicamente, pero…
¿Qué son los sueños lúcidos?
Se trata de un estado del sueño en el que eres capaz de controlar lo que sucede y estás al tanto de lo que está pasando. La mayoría de las personas suelen despertarse rápidamente después de cobrar la consciencia del hecho, sin embargo, la teoría apunta a que se puede alargar el momento entre la toma de consciencia y el despertar.
Las regiones del cerebro que involucra
A pesar de las pruebas científicas más recientes, los sueños lúcidos siguen siendo un misterio, aunque algunos ensayos han encontrado que aquellas personas que pueden tener sueños lúcidos tienen mayor volumen en la corteza prefrontal interior. Dicha región cerebral está involucrada en procesos complejos como la toma de decisiones, el comportamiento social, pero sobre todo la coordinación de pensamientos y acciones. Según los estudios, la función de esta región también demostraba más actividad durante las pruebas de monitoreo de pensamientos, que en aquellos que no tienen sueños lúcidos.
Aplicaciones y beneficios reales
Pero además de las miles de posibilidades que representa poder alterar nuestros sueños, se cree que los sueños lúcidos podrían ser utilizados para el tratamiento de ciertos traumas y controlar comportamientos insanos o tratar otros padecimientos como la depresión o ansiedad. Un ejemplo podría ser tratar las pesadillas recurrentes.
¿Cómo tener un sueño lúcido?
Existen muchas teorías para lograrlo, pero una de las principales es intentar hacer “pruebas de realidad”, es decir, desarrollar el hábito de realizar alguna acción que nos provoque responder a la pregunta de: ¿estoy soñando es la vida real? Muchos apuntan a que esta prueba puede realizarse con simples acciones como prender o apagar una luz.
También es posible mediante la inducción mnemónica de sueños lúcidos, desarrollada por Stephen Laberge, de la Universidad de Stanford. Dicha técnica, MILD, por sus siglas en inglés, involucra despertar cada cinco horas y repetir una frase antes de volver a dormir. “La próxima vez que esté soñando, recordaré que estoy soñando”. Aunado a ello, se debe visualizar mientras se está despierto qué pasaría o qué haríamos si “despertáramos” durante un sueño.
El doctor Denholm Aspy de la Universidad de Adelaide, encontró que al mezclar las dos técnicas, podía producir los sueños lúcidos exitosamente en sus grupos de prueba. Es decir, un 53 % de los participantes tuvo por lo menos un sueño lúcido durante el periodo y el 17 % lo logró todas las noches.
Hasta ahora la clave para lograr los sueños lúcidos y no despertar al momento es ni más ni menos que la práctica. Según Aspy, al experimentarlo más y más, se puede alcanzar hasta una hora entera de sueño lúcido sin despertarse.